Las perspectivas para la economía española, para la que se esperaba un crecimiento de alrededor del 6 % este año gracias al empuje de los fondos europeos, se han moderado significativamente -hasta el entorno del 4 %- tras dispararse los precios por el encarecimiento de la energía derivado de la guerra en Ucrania.
Las entidades públicas y privadas que han publicado las primeras revisiones que incluyen el impacto de la guerra coinciden en que la inflación podría alcanzar este año una media de alrededor del 7 %, después de que en marzo haya alcanzado el 9,8 % interanual, el nivel más alto en casi cuarenta años.