La banca andorrana ha cerrado el ejercicio 2021 con un resultado agregado de todas las entidades de 102 millones de euros, un «nivel similar a la prepandemia», informa este jueves en un comunicado Andorran Banking, la asociación que agrupa los bancos del país.
En un año «marcado» por las adquisiciones de BancSabadell d’Andorra por parte de MoraBanc y de Vall Banc por parte de Crèdit Andorrà, la banca andorrana ha logrado un crecimiento en beneficios del 22%.
También ha aumentado el volumen de los recursos gestionados de clientes un 19%, hasta los 61.647 millones de euros, y la inversión crediticia lo ha hecho un 0,2%, hasta los casi 5.000 millones.
En este último punto se incluyen 884 nuevas hipotecas que suman un importe total concedido de 317,5 millones, «una cifra muy por encima de los niveles del 2019».
«La actividad bancaria se ha acelerado gracias también a la reactivación del sector del turismo», según Andorran Banking, y el volumen y el número de operaciones de tarjetas de débito y crédito nacionales e internacionales se situó el último semestre de 2021 por encima de los valores de 2019.
La banca andorrana «mantiene su solidez con una fuerte capitalización de las entidades», con una ratio de solvencia CET1 (pase-in) del 17,03% a 31 de diciembre de 2021.
Es un valor «ligeramente por debajo» del ejercicio anterior, cuando era del 18%, pero por encima de la media de los bancos europeos, que se sitúa en el 15,4% según datos de la EBA del tercer trimestre de 2021.
Esta ratio se ha visto afectada por las operaciones corporativas que ha habido en la plaza financiera andorrana.
MoraBanc ha adquirido el 50,97% de BancSabadell d’Andorra —hoy BSABanc– a Banco Sabadell por 68 millones de euros, y durante 2022 ha procedido a hacer una oferta de compra de las acciones a los accionistas minoritarios para culminar la fusión a finales de este año.
Por su parte, Crèdit Andorrà formalizó la adquisición del 100% de Vall Banc el pasado 11 de febrero del 2022.
Esta «concentración de la banca andorrana ha de dar lugar a un sistema más eficiente, más sólido y con más capacidad de respuesta para los clientes», afirma Andorran Banking.
La rentabilidad financiera de las entidades, medida con el ROE, «se ha recuperado este 2021» y presenta un dato consolidado del 6,33%, destaca el comunicado de prensa.
Añade que así ha sido «a pesar de los tipos de interés bajos, las operaciones de concentración del mercado bancario, la adaptación continua a la normativa bancaria internacional y las inversiones tecnológicas que continúan presionando los resultados del sector».
La ratio de liquidez (LCR) es del 206%, también superior a la media de los bancos europeos, que es del 174% al cierre del tercer trimestre del 2021, y la ratio de morosidad ha bajado al 3,74% desde el 4,49% que se registraba en 2020.
Estos datos suponen un «avance» de los cierres oficiales a 31 de diciembre de 2021 que deben ser revisados por los auditores y aprobados por los órganos de administración de cada entidad.
Para la directora general de Andorran Banking, Esther Puigcercós, «el 2021 ha sido un año de recuperación y optimismo dejando atrás las consecuencias económicas de la pandemia».
«Las entidades andorranas han mantenido su fortaleza y atractivo a nivel de captación de recursos de clientes y de crecimiento de beneficios», según la dirigente de la agrupación de bancos.
«Contamos con unas entidades y un sistema financiero más consolidados, más eficientes y con más capacidades para dar respuesta a las necesidades de los clientes, a los requerimientos reguladores y a la exigencia de los mercados financieros, cada día más globales y sometidos a un nivel más elevado de competencia y excelencia», ha añadido.
Al cierre del ejercicio 2021, el 7,75% del importe concedido en el marco del programa de créditos blandos avalados por el Gobierno puesto en marcha al inicio de la crisis sanitaria, ya ha sido devuelto por parte de las empresas, y supone el 15,26% de las operaciones concedidas.
En total se concedieron 2019 créditos blandos a empresas y autónomos por un importe de 152 millones de euros.
De la misma manera, las entidades bancarias andorranas también otorgaron un total de 353 carencias hipotecarias y no hipotecarias a los afectados por la crisis de la Covid-19, y al cierre del 2021 todas ya habían llegado a su vencimiento.
La Asociación de Bancos Andorranos se fundó en 1960 y agrupa las entidades bancarias del Principado, representa sus intereses y vela por el cumplimiento de las buenas prácticas bancarias.
Asimismo, impulsa iniciativas orientadas a la mejora de los estándares del sector.
