La tasa de inflación interanual de Francia se ha situado en marzo en el 4,5%, frente al 3,5% registrado el mes anterior, como consecuencia de la aceleración de las subidas de precios de la energía y de los alimentos en un contexto marcado por la guerra en Ucrania, según ha informado el Instituto Nacional de Estadística y Estudios Económicos (Insee).
«Este fuerte aumento de la inflación resulta de la aceleración de los precios energéticos, de los alimentos y, en menor medida, de los servicios», ha explicado el instituto estadístico.
De su lado, la tasa de inflación armonizada, de referencia para Eurostat, se ha situado en marzo en el 5,1%, frente al 4,2% de febrero.
En el mes de marzo, el precio de los alimentos se ha encarecido un 2,8% interanual, frente al 2,1% del mes anterior, mientras que el precio de la energía ha subido un 28,9%, frente al 21,1% interanual de febrero.
De su lado, los servicios se han encarecido un 2,3% interanual en marzo, una décima más que en febrero, mientras que la subida del precio de los productos manufacturados se ha moderado al 2,1% desde el 2,2% del mes pasado.
A pesar del rebote de la inflación en el país galo, la subida de precios registrada en Francia se mantiene muy por debajo de la observada en marzo en otras grandes economías del euro, después de que en España los precios subieran un 9,8%, mientras que en Alemania lo hicieron un 7,3%.