David contra Goliat: Denim Souls se abre paso en la moda con sus chaquetas ‘tuneadas’

Por Álvaro Escalonilla

Alejada por completo de los convencionalismos caducos de la industria de la moda, la marca española Denim Souls se ha convertido en la representante de una nueva corriente en la industria. Es la historia de cómo una azarosa idea consiguió, en un ínfimo lapso de tiempo, erigirse en una de las firmas más prometedoras del mercado.

Y DE REPENTE, EMPRENDEDORA

Detrás de todo el proyecto está May. Con tan solo 18 años, la joven albaceteña decidió dejar atrás su ciudad natal poniendo el rumbo al norte. A más de 600 km de casa, estudiaría «casi por descarte» Publicidad y Relaciones Públicas en la Universidad de Navarra. A la postre fue allí donde, casi sin querer, dejó al descubierto su talento natural. De familia de empresarios relacionados con el mundo de la moda, May personalizó una cazadora vaquera que «causó furor» en la Universidad. A partir de ese momento, la gente de su círculo empezó a hacerle encargos. Querían una igual. Ese pequeño círculo iría poco a poco creciendo hasta convertirse en la base de una nueva firma.

Su ADN de emprendedora, o «emperdedora» como dice ella, no tardaría en hacer acto de presencia. Junto con su compañera y socia, May asistía a fiestas y eventos vestida con sus cazadoras vaqueras con con un objetivo entre ceja y ceja: «que los fotógrafos nos hagan fotos de las prendas». De esta forma, cuando las publicaban en Facebook, la gente empezaría a fijarse en ellas. La estrategia funcionó: la notoriedad en redes iba in crescendo. A día de hoy, May asegura que «las RRSS son una ventana al mundo. Una oportunidad perfecta para darte a conocer, inspirarte e interactuar con tu público y con más emprendedores». Ella conoció entonces su potencial, un potencial que hoy en día tratan de exprimir al máximo todas las marcas.

Denim Souls nació, entre otras cosas, para hacer de contrapeso en un sector donde «el fastfashion era líder». Entonces a las grandes marcas «no les parecía rentable customizar prendas». Tampoco apostaba por implantar «un modelo de negocio que funcionase a contra stock» es decir, a elaborar prendas solo bajo encargo. Este era un proceso excesivamente lento para un ambiente dinámico como es el de la moda, donde lo que deslumbró ayer ya no es tendencia hoy. «La gente no estaba dispuesta a esperar mucho –explica May– ahora las personas han empezado a valorar la artesanía y lo exclusivo que resulta tener prendas personalizadas». Ellas apostarían por esa vía.

Siendo pionera en el medio digital, Denim Souls salió adelante sin ni siquiera tener presencia en tienda física. Las grandes paradojas del siglo XXI. Esas grandes paradojas que permiten el nacimiento de un proyecto con tan solo 5€ –el coste de la primera cazadora vaquera y los botes de pintura–. No lo dudaron y se lanzaron a emprender. En gran parte, porque «no teníamos nada que perder». Lo más importante entonces era el tiempo, y May tuvo claro que debía dedicarlo todo a Denim Souls si quería profesionalizar la marca. Y así fue. El hecho de crecer con un proyecto propio motivó y lanzó al ruedo a la emprendedora. Y desde 2018 vive exclusivamente de ello.

Hoy, Denim Souls es un proyecto consolidado. Una marca joven y dinámica que ha conseguido adaptarse al medio y crecer. Su forma de trabajo es atípica. La estrategia que siguen se basa en la adquisición de cazadoras vaqueras a diferentes proveedores con dos máximas: «Un perfecto estado del producto y 100% algodón». Una vez compradas y lavadas, comienza el proceso de diseño y pintura de la cazadora. Un proceso que puede alargarse hasta 10 horas. «El grueso del negocio no está en las ventas de la línea ready to wear, sino en los encargos de Custom Jackets». Al fin y al cabo, a la gente «le gusta llevar creaciones suyas, además de sentirse partícipe del proceso». Verdaderamente, ese es el espíritu con el que nació Denim Souls. El diseño se hace con Photoshop, con las ideas propuestas por el cliente, quien interviene en todos los procesos del diseño. Con este estilo de trabajo, Denim Souls ha conseguido despegar y enviar pedidos a todo el mundo. Cada destino tiene su peculiaridad, pero la principal anomalía reside en el éxito que tienen sus cazadoras para novios… en Arabia Saudí. Sí. Han leído bien.

May ha sabido, además, sobreponerse a los contratiempos. La crisis del COVID-19 supone una amenaza. «Apena bastante el hecho de pensar de que dentro de unos meses habrá muchos potenciales y actuales clientes que no se puedan permitir tener una Denim Souls», explica. Sin embargo, durante los meses de confinamiento el crecimiento del volumen de ventas fue exponencial. La explicación reside en que «la gente no gastaba dinero en ocio y otras cosas, pasaba más tiempo en redes y, por consiguiente, se interesaba más por la marca». Y es que la firma ha sabido capitalizar el poder de las redes. En Instagram, su principal punto de venta, alcanzan los 13 mil seguidores. Una de las estrategias más eficaces ha sido la colaboración con influencers. May afirma que «dan buenos resultados, pero más que de ventas, de reputación, nuevos clientes potenciales y de creación de contenidos». Pero avisa: «En Denim Souls los seleccionamos a conciencia. Deben representar a la marca y a sus seguidores y, sobre todo, valorar nuestro producto».

LA INCIDENCIA DE LA BUROCRACIA

La fundadora de la firma también se acuerda del Estado. «Nos ponen trabas burocráticas absurdas y nos imponen una carga fiscal desproporcionada». España, con un tejido empresarial compuesto en un 98% por PYMES y autónomos –que generan alrededor del 65% del empleo– no fomenta ni facilita, según una amplia mayoría de autónomos, el emprendimiento. May se muestra contundente en este aspecto: «Creo que se debería modificar la ley. En España los empresarios generamos riqueza todos los días por vías de negocio creadas por nosotros mismos, no debemos dejar que nos pisoteen.» Aunque haciendo balance, May dice que «emprender es el mejor máster que puedes hacer». También es consecuente, y declara que si te decides a hacerlo, lo primero que debes hacer es «deshacerte de esa idea romántica e idílica del emprendimiento». Ahí tienen el porqué.

Lo más difícil de Denim Souls es, quizá, mantener la esencia de la marca. No quieren dejarse contagiar por el resto de la industria. No quieren ser fast fashion, ni que su producto sea una prenda más. No quieren perseguir otro reto más que el de seguir sorprendiendo. En su lucha contra las grandes marcas, Denim Soul conserva su estilo. ¿Dónde está el techo?