El conflicto armado entre Rusia y Ucrania ha causado una gran revolución en los mercados financieros a nivel mundial. Las variaciones en este sector han sido protagonistas desde el pasado mes de febrero que se inició la invasión rusa en territorio ucraniano. En este contexto, el Bitcoin y otras criptomonedas han tomado un papel relevante en la guerra a través de varios roles, gracias a su propia naturaleza digital y universal.
El rol de las criptodivisas en este conflicto se puede entender desde varios prismas: como una fuente económica para que un país se defienda de otros, como una vía para evitar sanciones económicas y también como una fuente de dinero para los refugiados. No hay que olvidar que, tanto en Rusia como Ucrania, las criptomonedas son legales.
Los expertos señalan que el Bitcoin ha representado una alternativa económica para la defensa de los intereses de ambos gobiernos. Específicamente, en Ucrania, el país ha recibido varios millones de dólares en donaciones de bitcoins y otras criptomonedas, provenientes tanto de instituciones como de particulares.
Es importante destacar la legalidad del Bitcoin en ambas naciones, pero con matices. En el caso de Rusia, el gobierno de Vladímir Putin legalizó esta divisa, no como un activo financiero, sino propiamente como una moneda, aspecto que le permite regular su operatividad en el país.
Por otro lado, Ucrania las legalizó este mismo año. La norma ucraniana determina que los reguladores del mercado ‘cripto’ son el Banco Nacional de Ucrania y la Comisión Nacional del Mercado de Valores. Establece la propiedad de los activos virtuales, la lista de proveedores de activos virtuales y las condiciones de su registro.
Una alternativa económica en momentos difíciles
Desde sus inicios, el Bitcoin y otras criptomonedas han sido consideradas como una alternativa económica ante situaciones complejas. Es por esta razón que cientos de personas en el mundo han optado por invertir en este sector financiero.
Al ser una moneda universal, esta puede utilizarse en cualquier país y en diferentes sistemas de pago, lo que supone una ventaja para la población ucraniana ante su estado de vulnerabilidad que genera la invasión rusa.
Sin embargo, los especialistas destacan el potencial riesgo de un ataque a las plataformas que sostienen las criptomonedas, lo que supone no solo una guerra territorial, sino también cibernética.
Carlos Aránguez, director del bufete Aránguez Abogados y fundador de la Asociación de Usuarios de Criptomonedas, coincide en señalar que las criptomonedas están teniendo un papel protagonista en la medida que Rusia está tratando de evitar el bloqueo económico y Ucrania está realizando campañas de crowfunding, capitalizando el apoyo de sus simpatizantes y adquiriendo armas en mercados de dudosa procedencia.