El Banco de Japón (BoJ) ha decidido mantener sin cambios su política monetaria, a pesar de la volatilidad relacionada con la incertidumbre provocada por la guerra en Ucrania, así como por la evolución de la pandemia de Covid-19, según ha comunicado este viernes la institución en un comunicado.
De este modo, la entidad seguirá aplicando un tipo de interés negativo del 0,1% en las cuentas mantenidas por las entidades en el Banco de Japón, mientras que seguirá comprando deuda pública sin límites para mantener en torno a cero el rendimiento del bono a 10 años.
Asimismo, el instituto emisor japonés seguirá adelante con la compra de fondos cotizados (ETFs) a un ritmo anual de 12 billones de yenes (91.370 millones de euros) durante el tiempo que sea necesario.
En su análisis, el BoJ espera que la economía de Japón continúe su recuperación, aunque se vea afectada por un aumento en los precios de las materias primas, así como por la presión a la baja derivada de la Covid-19 sobre el consumo y los efectos de las restricciones del lado de la oferta.
De este modo, la institución considera probable que la tasa de cambio interanual del IPC, excluyendo los alimentos frescos, aumente claramente en territorio positivo por el momento debido al alza significativa en los precios de la energía, la transferencia de los aumentos en los costes de las materias primas y la disipación de los efectos de la reducción de las tarifas de telefonía móvil.
«A raíz de la invasión rusa de Ucrania, los mercados financieros y de capital mundiales han sido volátiles y los precios de materias primas como el petróleo crudo han aumentado significativamente, y los acontecimientos futuros merecen atención», ha señalado la entidad.
«Existen incertidumbres extremadamente altas sobre cómo la situación que rodea a Ucrania afectará la actividad económica y los precios de Japón», ha añadido.