La violencia obstétrica no es lo mismo que la negligencia médica, si bien, en muchas ocasiones van de la mano. La primera de ellas es uno de los tipos de violencia más sufrido por las mujeres. Según el Diario de Navarra, casi un 40% de las mujeres han sido víctimas de este tipo de agresiones.
Para poder entenderlo, hay que saber que para reclamar una negligencia médica, es necesario que haya habido mala praxis, y que genere un daño real, efectivo y evaluable económicamente. Una mujer puede haber sido víctima de violencia obstétrica, es decir, pueden haberle realizado una inducción del parto, una cesárea o una episiotomía (corte o incisión en el perineo, entre la vagina y el ano) sin indicación médica, que realicen actuaciones sin consentimiento o desaconsejadas (como la maniobra de Kristeller, por ejemplo) o que no hayan respetado su plan de parto, por ejemplo, es decir, desde actuaciones más violentas a las más sutiles, pero no haber dejado huellas físicas o psicológicas, en esa madre o en su bebé.
En el caso en el que no se dan esas secuelas, esto es, ese «daño real, efectivo y evaluable económicamente», aunque haya existido esa violencia, actualmente, y con la ley en la mano, no puede una mujer más que poner una reclamación o queja, pero no podrá reclamar una responsabilidad civil o patrimonial, es decir, que se proceda a depurar responsabilidades y a un resarcimiento, en vía judicial (ser indemnizada).
La Ministra de Igualdad ha anunciado que se incorporará el concepto de violencia obstétrica en la modificación de la «ley de aborto», lo que ha generado grandes críticas, si bien se desconoce en qué términos lo hará, o si contemplará mecanismos para poder denunciarla o reclamarla.
Desde Eme Abokatuak, un bufete de abogadas dedicadas a la protección de los derechos de la mujer y de la infancia que actúa sobre todo en el País Vasco y Navarra, se ha aconsejado siempre a todas las mujeres a reclamar este tipo de actuaciones, ya que es así como hasta ahora se han podido cambiar muchos protocolos y decisiones que eran perjudiciales. Asimismo, también animan a presentar cartas de agradecimiento cuando los y las profesionales, las acompañan y asisten con respeto, que los hay y son muchos/as.
En el caso de las negligencias médicas, es decir, cuando se realizan prácticas que no se consideran adecuadas o necesarias conforme a la evidencia científica, estas pueden dar lugar a graves consecuencias para la madre y el bebé.
Estos casos son complejos a nivel jurídico, requieren mucho estudio y se hace imprescindible contar con el asesoramiento de abogados que aúnen conocimientos, pericia y experiencia, características que definen a Eme Abokatuak.
Responsables ante una negligencia médica en centros públicos y privados
Los y las profesionales en medicina tienen la obligación de actuar con diligencia, realizando sus funciones de acuerdo con la técnica, deontología y sentido común humanitario. En caso de que sus acciones vayan en contra de la lex artis y esto pueda corroborarse, se tendría la base para la reclamación, según nos explican desde Eme Abokatuak.
Cuando el parto tiene lugar en una entidad sanitaria pública se lleva a cabo un proceso de Reclamación Patrimonial. Esto quiere decir que la administración de la que dependa el centro será responsable de las consecuencias del acto médico. El plazo máximo para interponer estas reclamaciones es de un año, contando a partir de la fecha en que se produjeron los daños. En cambio, si los actos de negligencia se dan en establecimientos de sanidad privados, se procede a realizar una demanda por Responsabilidad Civil. En estos casos, la responsabilidad recae sobre los causantes del daño o sus compañías aseguradoras.
En ambas situaciones se hace necesaria la intervención de profesionales en el ámbito jurídico que ayuden a las víctimas a conocer los pasos a seguir para lograr la indemnización por el error sanitario.
Un bufete de abogadas en defensa de mujeres y niños
La red de abogadas Eme Abokatuak surge en el año 2021 con el objetivo común de ser un canal de defensa confiable para los derechos de mujeres y niños. Cuenta con especialistas en todas las áreas jurídicas tanto laboral, sanitario, familia e incluso penal.
Las abogadas de Eme Abokatuak son muy buenas aliadas a la hora de presentar una demanda por asuntos de salud. Se especializan en la defensa de los derechos de la mujer y los niños en casos relacionados con el embarazo, parto o posparto. De acuerdo con lo dictaminado en la ley, realizan reclamaciones ante mala praxis, negligencia médica o violencia obstétrica. También ofrecen información sobre los derechos como paciente y usuaria de los servicios sanitarios, en cualquier especialidad, así como los derechos de la infancia hospitalizada.
El equipo de mujeres de Eme Abokatuak se profesionaliza en las distintas áreas de derecho y tienen experiencia y formación en perspectiva de género e igualdad. De esta forma, pueden ofrecer la mejor asesoría y acompañamiento a las mujeres en uno de los momentos más importantes de su vida.