Los fondos soberanos han aumentado su apuesta por España y entre octubre de 2020 y diciembre de 2021 invirtieron en 12 empresas españolas por un valor superior a 2.800 millones de euros.
Así se desprende del último ‘Informe Fondos Soberanos 2021’, elaborado por el Center for the Governance of Change de IE University junto a ICEX-Invest in Spain y que se ha presentado este miércoles.
El estudio señala que se trata de un volumen de inversión récord, solo superado por los años 2011 y 2009 en la serie histórica, cuando la emiratí Mubadala se hizo con el control de Cepsa. Además, dobla las cifras del informe anterior con el mismo número de operaciones.
Este impulso ha venido de la mano de GIC, uno de los dos fondos soberanos de Singapur, y un país destacado, Abu Dabi.
«La inversión extranjera mostró un buen comportamiento y, de acuerdo con FDI Markets, España ha sido el tercer destino a nivel global para proyectos ‘greenfield’ extranjeros en 2021, destacando en actividades innovadoras y de alto contenido tecnológico», ha señalado la secretaria de Estado de Comercio, Xiana Méndez.
A nivel global, los 98 fondos soberanos activos en 2021 aumentaron sus operaciones un 171% el año pasado, hasta las 450 transacciones, en tanto que superaron los 10,4 billones de dólares (9,5 billones de euros) en activos bajo gestión, lo que supone un 11% más que el año anterior.
Esos 10,4 billones equivaldrían a nivel agregado a la tercera economía del mundo, según ha destacado el director de investigación de patrimonio soberano en el IE Center for the Governance of Change, Javier Canapé. Desde 2016, los activos bajo gestión se han incrementado un 43%.
Asimismo, el valor de las operaciones en las que participan asciende a los 120.000 millones de dólares (109.000 millones de euros) en 32 ‘megadeals’.
Del total de transacciones, unas 88 (que equivalen al 19% del total) han tenido un importe inferior a los 100 millones de dólares (91,2 millones de euros), por lo que Canapé ha señalado que los fondos soberanos también participan en estas transacciones de menor valor.
Los inversores más activos el año pasado fueron los dos fondos de Singapur, Temasek y GIC. El emiratí Mubadala, con 80 operaciones en el periodo analizado (2021 y el último trimestre de 2020), ocupa también uno de los primeros puestos del ranking, así como el Russian Direct Investment Fund o el National Infrastructure Investment Fund de India, si bien estos tienen un enfoque «más doméstico».
Por activos bajo gestión, destaca el fondo soberano de Noruega (Government Pension Fund Global), con 1.298 millones de dólares (1.184 millones de euros), seguido del China Investment Corporation y el Abu Dhabi Investment Authority, con 1.200 millones de dólares (1.094 millones de euros) y 800 millones de dólares (729 millones de euros), respectivamente.
Por otra parte, hay en torno a una veintena de países que se están planteando crear un fondo soberano, concentrados especialmente en el sudeste asiático y en África.
Méndez ha señalado durante la presentación que los fondos soberanos viven desde los primeros años del siglo XXI un periodo de mayor influencia y repercusión que nunca.
Estados Unidos continúa un año más como el primer destino de inversión de los fondos, seguido por India, que asciende al segundo puesto por número de operaciones y se sitúa por delante de China y Reino Unido.
El sector de mayor interés para los fondos por número de operaciones es la tecnología, que representó el 42% de todas las transacciones. El informe detalla que un número creciente de estas operaciones se realizó mediante coinversiones con líderes de la industria del venture capital.
Las coinversiones analizadas por los autores ascienden a las 1.900, con firmas como Sequoia, Tiger Global o NEA como algunos de los socios habituales de los fondos soberanos, si bien inversores no convencionales en esta clase de activos como Goldman Sachs o BlackRock están adquiriendo un rol cada vez más relevante.
Además, Canapé ha llamado la atención sobre la concurrencia en la inversión con estos socios. Por ejemplo, el fondo soberano de Australia tiene tres socios principales con los que invierte en el 74% de sus operaciones.
Dentro del sector tecnológico, las empresas de software, las fintech, los neobancos o las relacionadas con las criptomonedas son algunas de las que han recibido una mayor inyección de capital soberano.
Las de los sectores de biotecnología y tecnología de la salud continúan entre las apuestas de los 90 fondos analizados por el informe, al registrase operaciones en 15 países distintos, desde Finlandia o Vietnam hasta España, en la que GIC invirtió 1000 millones a través de su filial en EEUU, Biomat.
Otro de los sectores fuertes del año pasado es el de las fuentes de energías renovables, con la sostenibilidad ganando peso como factor de inversión.
Canapé ha señalado que si bien la agricultura ha sido considerada tradicionalmente como un «sector aburrido», es «absolutamente estratégico» y está empezando a ser «tremendamente innvoador». Así, los fondos soberanos están invirtiendo en toda la cadena de valor.