La empresa más valiosa del sector inmobiliario residencial en España no es ya ninguna de las promotoras residenciales sino una compañía íntegramente digital: Idealista.
La entrada del fondo sueco de riesgo EQT en lugar de su par británico Apax (que tenía el 80% desde 2015 por 235 millones) valora a Idealista en 1.585 millones de euros, una cantidad fuera del alcance de cualquiera de las promotoras residenciales cotizadas en estos momentos.
Neinor Homes y Aedas Homes, las promotoras que más viviendas llevan vendidas durante la pandemia (más de 500), suman una capitalización que, si bien no ha acusado el golpe del coronavirus como la de otros sectores, apenas ronda los 1.600 millones.
El sector inmobiliario en general y el residencial en particular sigue sin recuperarse del todo de la crisis pasada, al menos en la percepción del mercado y de los inversores.
Prueba de ello es que las promotoras de obra nueva llevan un lustro cotizando de forma por lo general modesta y por debajo del valor de sus activos.
Expansión
En la otra cara de la moneda aparece el modelo de negocio de Idealista, basado en anunciar pisos para la compra o el alquiler, de segunda o primera mano. Su gran nicho de negocio y cara diferencial, como suelen reconocer sus fundadores, pasa por el alquiler.
Los 1.321 millones de inversión de un fondo de riesgo como EQT hacen suponer que la empresa buscará, más allá de aplacar el impacto del coronavirus (la empresa ha aplicado un ERTE del 25% a sus 538 empleados), otro nuevo ciclo expansivo tras el vivido con Apax.
En el mercado se comenta la posibilidad de que la empresa comience a cotizar (algo que Apax ya barajó), salte a un nuevo mercado (por ejemplo, EE.UU.) o diversifique e irrumpa en otras líneas de negocio.