Las cinco bandas más rentables de la historia del rock

Por Silvano Rosas

1) The Beatles

Este es el altar de los altares. Los números fuera de toda razón. El grupo más rentable de todos los posibles. La banda que sentaba las bases de casi toda técnica musical y comercial por llegar a finales de los sesenta. Un 8 de diciembre de 1980 se apagaba la vida de John Lennon y con él cualquier sueño de una reunión. Pero los Beatles, ya tenían diez años de separación e inactividad. En el momento de su muerte Lennon era dueño de una fortuna estimada en $200 millones, hoy su viuda Yoko Ono maneja una cifra de $700 millones. Hace 50 años que este cuarteto mágico de una ciudad obrera como Liverpool dejo de existir como una entidad material, y sin embargo su presencia en la ciudad en forma de museo (The Beatles Story), tiendas de regalos, paseos en bus por los lugares santos, y la visita a The Cavern, hacen imposible no detectar que allí se gestó un huracán musical irrepetible.

Paul McCartney sigue siendo el más acaudalado de todos con un capital de $1,2 billones, y Ringo Starr en última posición del cuarteto, con unos $350 millones, a pesar de ser el batería más pudiente de la historia. Con veinte canciones número uno en el Top 100 de Billboard (USA) y diecinueve álbumes también en el primer lugar de esa publicación, afirmar que los Beatles arrasaron Estados Unidos es casi una afirmación inconclusa. 173,5 millones de discos certificados por la RIAA (Record Indusrty Association Of America) es la suma de lo despachado en las tiendas en USA en toda la historia de la banda. Su álbum más vendido es el White Album (1968) con 19 millones de ejemplares. El sencillo más vendido es Hey Jude (1968) con 4 millones.

Intentando medir no solamente la rentabilidad económica, diríamos que la imagen corporativa y popular del grupo como herramienta para entretener, se ha pulido en estas décadas con finura y cuidado. The Beatles es un distintivo aparentemente inofensivo y poco invasivo musicalmente, capaz de mutar en cualquier región del mundo.  Difícilmente podamos volver a ser testigos de un fenómeno generacional parecido. La cultura del fast-food también ha infectado hace tiempo la música haciendo que algo “longevo” parezca obsoleto e inútil. En el 2070, volveremos a hablar.