Un logro casi imposible de alcanzar, en ocasiones, es el de llevar una vida plenamente feliz.
Por eso, la búsqueda de la felicidad es una de las preguntas centrales de muchas filosofías.
Hacer una pausa y entender la necesidad de tomar las riendas por el bienestar mental y emocional propio es la clave principal para comenzar a alcanzar niveles de satisfacción personal.
Y es que esta satisfacción o felicidad muchas veces no está en cosas externas, como la fama o el dinero, sino dentro de uno mismo: una buena gestión emocional, de qué forma se actua o la calidad de los pensamientos.
Como explica Cristina Ropero, psicóloga y creadora de Heroicamente Psicología, la felicidad está muy ligada al estado mental, a saber disfrutar del presente sin estar lamentando el pasado ni ansiosos por el futuro.
Cuenta que las personas tienden a pensar que serían más felices con una casa mejor, con otro móvil o con más dinero en la cuenta corriente. Y cuando se alcanzan, sin duda, alegran, pero la mayoría de las veces el sentimiento pasa. La novedad pasa a ser lo habitual y el sentimiento de felicidad vuelve al punto previo. Es lo que se conoce como adaptación hedónica.
Como la felicidad tiende al punto de partida, es importante recordarse constantemente qué se tiene, de dónde se viene y estar agradecidos por ello, dice Ropero. «Lo que hoy disfrutamos y damos por sentado es algo que en otra época deseábamos».
Por otro lado, recomienda cambiar el chip: solo se podrá ser feliz tras interiorizar que algunas cosas están bajo control, pero que otras no (aunque se pueda influir en ellas). Y si no se puede hacer nada, ¿qué sentido tiene preocuparse?
Además, hay que mantener un equilibrio entre felicidad a corto plazo (es decir, la que da placer inmediato: darse un capricho, unas cervezas, ir a cenar, etc.), con la felicidad o a largo plazo (más ligada al propósito: saber qué es lo que se quiere, definir un camino y avanzar hacia él). Es importante el equilibrio, porque costará ser felices si solo se busca uno de los dos extremos.
Cristina Ropero afirma que lo ve constantemente cuando hace terapia online con sus pacientes: depender de lo que piensen o hagan los demás es otro lastre para la felicidad. Esto se relaciona, por ejemplo, con las redes sociales, donde se tiende a compararse con la parcela de su vida que otros deciden compartir, obviando otras menos atractivas.
Ropero hace hincapié en la manera en la que uno se habla a sí mismo: «El yo ideal no existe. Siempre habrá momentos en los que podríamos haber actuado mejor»
Otros factores importantes que influyen en la felicidad son alimentarse de manera saludable, tener un descanso adecuado, hacer ejercicio de manera regular, así como mantener conexiones sociales sólidas, sanas, y genuinas.
Con base en Alcalá de Henares, en Heroicamente Psicología realizan terapia psicológica online recordando que «la vida no consiste en eliminar todos los problemas, sino de vivir con tranquilidad a pesar de su existencia».