La adquisición de masa muscular y el almacenamiento de grasas actúan como factores diferenciales en el desarrollo corporal de hombres y mujeres, en especial cuando ambos están sometidos a cierta actividad física. Si bien estas diferencias no generan grandes alteraciones en las rutinas deportivas sea cual sea el género, a la hora de medirse los resultados, sí que existen ciertas ventajas evolutivas que favorecen el alcance rápido de las metas deportivas, en especial en los hombres.
El ciclo hormonal femenino en el entrenamiento deportivo
Los ciclos hormonales de las mujeres tienen parte de la culpa en esta desventaja evolutiva y deben su dinámica a las descargas exponenciales de estrógenos y progesterona que se producen durante los 28 días del ciclo menstrual. Estas descargas hormonales tienen impacto en el metabolismo y los resultados del entrenamiento, por lo que es probable que se presenten alteraciones durante este ciclo.
En vista de ello, la entrenadora personal Ruth Cohen, en Las Palmas, ha diseñado un plan de entrenamiento que contempla los cambios hormonales de las mujeres, en virtud de optimizar su rendimiento y alcanzar los resultados esperados de sus rutinas de ejercicio. En él contempla las tres fases de su más alta producción de hormonas. El ciclo hormonal femenino maneja 3 grandes fases.
Fase folicular
Esta primera fase facilita la absorción de carbohidratos, disminuye la quema de grasas y reduce considerablemente el metabolismo.
Fase ovulatoria
En esta segunda fase se reduce considerablemente el apetito, hay un ligero incremento de la fuerza y un mayor riesgo de las lesiones.
Fase lútea
Finalmente, la tercera fase aumenta el apetito, el metabolismo se eleva y se incrementa la quema de grasa corporal.
Cohen ha estudiado en detalle el origen de los cambios físicos de las mujeres durante estas tres fases y ha diseñado un completo plan de entrenamiento, con el fin de lograr resultados óptimos y evidentes que disminuyan la frustración desde el ámbito deportivo en sus clientas.
Asesoría personalizada
Si bien existe una línea base en los entrenamientos cimentada en los estudios sobre estas tres fases, todos los planes se diseñan de forma personalizada. Dependiendo de los cambios específicos experimentados por cada clienta, Cohen propone un calendario de entrenamiento y un cronograma de alimentación particular, producto de una revisión en detalle de cada uno de los días del ciclo hormonal. Esto le permitirá programar ejercicios que se ajusten a las particularidades de cada mujer y así entender en qué momento pueden realizar actividades físicas de mayor intensidad o cuando pueden incrementar su ingesta de carbohidratos o proteínas.
Los planes de entrenamiento y los cronogramas de alimentación están acompañados de una serie de asesorías personalizadas online o presenciales que Cohen realiza con sus clientas, con el fin de monitorear todos los procesos y resultados. De esta manera, Cohen espera que sus clientas optimicen sus tiempos de ejercicio teniendo en cuenta sus ciclos hormonales, esperando mejores resultados que mejoren su condición física y su calidad de vida.