Desde finales del año pasado, ya se venía comentando el acercamiento del gigante de la reproducción digital, Spotify, y el FC Barcelona para un acuerdo de patrocinio. Tal acuerdo ya se ha materializado hace unos días, y a partir del año que viene ya veremos el nombre de esta compañía unido al equipo de la ciudad condal por tres temporadas.
El acuerdo entrará en vigencia este verano después de que finalicen los contratos del FC Barcelona con su patrocinador principal, la japonesa Rakuten, y el patrocinador secundario, Beko. En medio de la negociación, el director general del club, Ferran Reverter, renunciaba “por motivos personales y familiares”.
En 2019, Spotify decía: “Es natural que todos quieran una porción más grande del pastel. Pero eso no puede hacerse a expensas de seguir haciendo crecer la industria a través de la transmisión”. Todo este revuelo cuando intentaba convencer a los compositores en Estados Unidos de que su apelación legal contra el aumento salarial recientemente exigido por la transmisión, no era en realidad ningún tipo de equivalente económico.
La insinuación en aquellas palabras de Spotify, parecían mostrar que no había suficiente dinero en la actual estructura circular del ‘streaming’ para que los compositores cobrasen más, sin perjudicar de esa manera a la propia capacidad de la empresa para operar con éxito.
Este argumento quedó bastante claro en una presentación del 2016, en la cual Paul Vogel, hablando a la Junta de derechos de autor decía sorprendentemente de forma muy directa: «las tasas de regalías más bajas son fundamentales para el futuro de Spotify» .
En octubre de 2021, se hizo público que Spotify estaba tratando de suprimir las tarifas de pago por transmisión durante los próximos cinco años hasta 2027.
En ambos períodos, 2018-2022 y 2023-2027, Spotify quiere mantener el pago de los compositores en solo un 10,5% de los ingresos de su servicio con deducciones adicionales.
Tal cantidad, es alrededor de un tercio de lo que Spotify se queda por suscripciones y anuncios (es decir, un recorte del 30%). En resumen, Spotify dice que es, por los momentos, inviable poder pagar un mayor porcentaje por concepto de derechos de autor. Según la empresa, tal posibilidad llevaría literalmente al final de este modelo de negocio.
Sin duda, la reputación de esta compañía, con bajadas del 6% en bolsa a finales de enero, y conflictos con artistas por ciertos podcasts con apoyo a tesis negacionistas, plantean un camino de estrategias para recuperar y llegar a nuevos posibles suscriptores en todo el mundo.
El FC Barcelona necesitaba una inyección de dinero fresco para aliviar las maltrechas arcas de la entidad, y Spotify renovar su imagen en escaparates tan dispares para la música como lo es el fútbol.
La jugada de este patrocinio parece, a todas luces, hecha a costa de los autores que no podrán esperar una subida en sus porcentajes de derechos por emisión en algunos años.
Realidad de la vida, unos pierden para que otros ganen.