Las autoridades de Competencia de los ‘Cinco Ojos’ (Five Eyes), la alianza de los servicios de inteligencia de Estados Unidos, Reino Unido, Canadá, Nueva Zelanda y Australia, han formado un grupo de trabajo que vigilará e investigará las sospechas de conductas colusorias en las cadenas de suministro.
Este nuevo grupo de trabajo estará compuesto por el Departamento de Justicia de los Estados Unidos, la Autoridad de Mercados y Competencia del Reino Unido (CMA), la Comisión Australiana de Competencia y Consumidores, la Oficina de Competencia de Canadá y la Comisión de Comercio de Nueva Zelanda.
La constitución de este grupo de trabajo responde a las preocupaciones sobre las subidas de precios como resultado de los problemas de la cadena de suministro y a que «empresas sin escrúpulos» puedan aprovechar estas dificultades para actuar en colusión y otras prácticas anticompetitivas en perjuicio de otras empresas y, en última instancia, de los consumidores.
En este sentido, los cinco reguladores han advertido a las empresas de que aquellas que intenten utilizar las interrupciones de la cadena de suministro como tapadera para una conducta anticompetitiva ilegal, incluida la colusión, se enfrentarán toda la fuerza de la ley.
En el Reino Unido, eso podría dar lugar a multas de hasta el 10% de la facturación global, la inhabilitación de los directores y, en algunos casos, el enjuiciamiento penal, indicó la CMA.
El grupo de trabajo tiene previsto reunirse regularmente para desarrollar y compartir inteligencia para detectar e investigar sospechas de colusión y comportamientos anticompetitivos, utilizando las herramientas de cooperación internacional existentes.
«Las personas y las empresas de todo el mundo se han enfrentado a precios más altos por los bienes y por transportarlos. Si bien los aumentos de precios pueden ser legítimos, la CMA estaría preocupada si las prácticas colusorias anticompetitivas están contribuyendo a estos aumentos o impidiendo que los precios bajen», señaló Michael Grenfell, director ejecutivo de Cumplimiento de la CMA.
«Estos son problemas globales que se abordan mejor juntos. Con el apoyo y la inteligencia de las agencias asociadas en todo el mundo, podemos intervenir y tomar medidas coercitivas si encontramos evidencia de que se está produciendo un comportamiento anticompetitivo», añadió.