El primer ministro británico, el conservador Boris Johnson, y su ministro de Economía, Rishi Sunak, confirmaron este domingo en un artículo conjunto en el diario The Sunday Times su intención de seguir adelante con un controvertido incremento de impuestos a partir de abril.
El Gobierno elevará en un 1,25% las contribuciones a la seguridad social de empresas, asalariados y autónomos, con lo que recaudará 12.000 millones de libras adicionales al año (14.430 millones de euros).
Con esos fondos, Johnson y Sunak esperan recuperar parte de la inversión dedicada durante la pandemia a «proteger a las familias y los negocios», que estiman en más de 400.000 millones de libras (480.000 millones de euros).
El primer ministro subraya que la recaudación se destinará a reducir las listas de espera del sistema sanitario, disparadas hasta seis millones de pacientes, y mejorar la integración de los servicios médicos y la asistencia social.
El nuevo impuesto comenzará a cobrarse a partir de abril, el primer mes del año fiscal en el Reino Unido, y desde 2023 aparecerá en las nóminas de los empleados como un concepto independiente designado como «tasa de salud y asistencia social».
El jefe de Gobierno ha decidido mantener su plan a pesar de la presión desde sus propias filas para anularlo o retrasarlo.
El escándalo de las fiestas en Downing Street durante la pandemia ha debilitado la autoridad de Johnson entre sus propios diputados, algunos de los cuales han amenazado con convocar una moción de confianza interna contra él.
El artículo en The Sunday Times firmado junto a Sunak se interpreta como un mensaje de unidad entre Johnson y su ministro de Economía, uno de los favoritos para sucederle al frente de los conservadores si acabara destituido.
Para tratar de apaciguar a sus correligionarios, ambos aseguran en el texto que continúan siendo unos «conservadores partidarios de recortar los impuestos» y «thatcheristas», en referencia a la ex primera ministra británica Margaret Thatcher, ferviente defensora de una fiscalidad reducida.
«Queremos atravesar esta fase y seguir adelante con nuestra agenda», dicen en su artículo Johnson y Sunak, que utilizan para justificar la subida impositiva una expresión que popularizó la también antigua primera ministra Theresa May: «No existe un árbol del dinero gratis».
El líder de la oposición laborista, Keir Starmer, se ha opuesto a los planes de Johnson. Incrementar las contribuciones a la seguridad social «es un error», ha considerado, cuando la inflación en el Reino Unido se sitúa en el 5,4%, su máximo nivel en treinta años.