El conglomerado Evergrande, acuciado por las dificultades de liquidez para afrontar un pasivo superior a los 300.000 millones de dólares (264.785 millones de euros), ha solicitado «más tiempo» a sus acreedores internacionales para evaluar las alternativas para la reorganización del grupo instándoles a evitar «acciones legales radicales» que pudieran poner en peligro la estabilidad de la compañía.
En un comunicado, Evergrande confirma que mantiene un diálogo continuo con sus acreedores internacionales y advierte de que «dado el tamaño del Grupo, las muchas partes interesadas y la complejidad de la situación» son necesarias más discusiones con distintas partes para evaluar las posibilidades y maneras de implementación integral de los diferentes planes potenciales.
De este modo, la compañía considera que «necesitará más tiempo para evaluar y valorar exhaustivamente la posibles soluciones antes de poder involucrarse de manera responsable en negociaciones con sus acreedores extraterritoriales».
En este sentido, Evergrande ha subrayado que espera continuar el diálogo y la comunicación con los acreedores internacionales, a los que solicita proteger los derechos de todas las partes interesadas para que no se vean gravemente dañados «y se abstengan de emprender acciones legales radicales, que tendrán un impacto en el estabilidad actual, ganada con tanto esfuerzo».
Las acciones de Evergrande, que perdieron casi un 90% de su valor durante el pasado año, cotizaban con caídas superiores al 6% en la Bolsa de Hong Kong.
El conglomerado inmobiliario chino, que acumula un pasivo superior a los 300.000 millones de dólares, reconoció a principios de diciembre que no existen garantías de que pueda disponer de los fondos necesarios para hacer frente a sus obligaciones financieras.