A pesar de haber firmado un gran año -mayo fue el mejor mes de la historia de Hannun-, esta empresa de muebles ha tenido días difíciles debido al COVID. Un punto crítico llegó con el inicio del Estado de Alarma: “Provocó que nuestras ventas se redujeran un 70% en esos días”, aseguran Maurici Badía, fundador de la empresa, y Joan Álvarez, CEO, pero decidieron no prescindir de ninguna persona. “Si salíamos de ésta iba a ser gracias al equipo y con el equipo”, aseguran. Después de ese pequeño bache, “las ventas empezaron a dispararse, lo cual fue una alegría y un alivio. Estoy tremendamente orgulloso de la valiente decisión que tomamos en aquel momento, que marca la cultura de la empresa y que significó un gran mensaje de tranquilidad para nuestro equipo en momentos de máxima incertidumbre”. Con el incremento de las ventas han aprovechado para “incorporar talento de primera de personas que buscaban un cambio o simplemente habían sufrido las consecuencias del Estado de Alarma. Desde el 14 de marzo se han unido a Hannun una veintena de personas, doblando el equipo que teníamos a principios de año”. Además, la empresa está contribuyendo de forma significativa a la creación de empleo indirecto, ya que su red de talleres artesanos ha generado cerca de 150 puestos de trabajo en lo que va de año. Su fabricación es 60% en Catalunya y 40% el resto de España. Trabajan con unos 15 talleres. Aunque la base la tienen en Barcelona, disponen de equipo por toda España: “El teletrabajo nos ha hecho ver que podíamos ampliar fronteras en este sentido”, han especificado.
La marca va a pasar de facturar 1,2 millones de euros en 2019 a 5 millones en 2020, cifra de negocio con la que prevén cerrar este año gracias a la enorme aceptación de sus productos en más de una treintena de países de todo el mundo. Sus muebles de madera fabricados a mano y con diseños sostenibles están presentes en 20.000 hogares. No tienen tiendas físicas. Venden por Internet y la red social Instagram ha sido su gran escaparate.