Evergrande trata de sobrevivir

Por Redacción

El conglomerado Evergrande, acuciado por las dificultades de liquidez para afrontar un pasivo superior a los 300.000 millones de dólares (264.785 millones de euros), ha decidido cancelar el contrato de arrendamiento de sus oficinas centrales en Shenzhen, aunque mantendrá su sede en la ciudad china.

«Para ahorrar costes, la compañía llevó a cabo en diciembre de 2021 los procedimientos de cancelación del contrato de arrendamiento del Centro de excelencia de Houhai y se mudó a instalaciones de su propiedad en Shenzhen», ha confirmado la empresa.

Las acciones de Evergrande, que perdieron casi un 90% de su valor durante el pasado año, cotizaban con caídas superiores al 1% en la Bolsa de Hong Kong, donde volvieron a negociarse con normalidad hace una semana, después de haber sido suspendidas a petición de la propia empresa.

El conglomerado inmobiliario chino, que acumula un pasivo superior a los 300.000 millones de dólares, reconoció a principios de diciembre que no existen garantías de que pueda disponer de los fondos necesarios para hacer frente a sus obligaciones financieras.

De hecho, las agencias de calificación S&P Global Ratings y Fitch declararon a la compañía en «impago selectivo» e «impago restringido», respectivamente, después de que no realizara los pagos de los cupones de sus pagarés senior en dólares y una vez expirados los períodos de gracia correspondientes.