Las personas hacen cada año una lista de buenos propósitos personales para el nuevo año. Desde Helpers Speakers, explican que los managers, los directivos, como personas que son parte de un equipo, también hacen una lista de buenos propósitos para su trabajo.
Este 2022 puede ser el año del fin de la pandemia, al menos así lo pronostican muchos expertos. El gran reto ahora es cuidar de la salud mental de personas y empresas. El miedo y el teletrabajo han traído la desconexión entre compañeros, jefes y empresa. En el 2021 han salido a la luz muchos problemas mentales, tema tabú todavía, que han permanecido ocultos por mucho tiempo y que gracias a deportistas y artistas se han hecho visibles.
La visibilización de los problemas de salud mental en 2021
La nueva relevancia de los problemas mentales y los consejos para solucionarlos, que han transmitido muchos expertos por todos los canales, han calado entre el equipo de Helpers Speakers, los cuales han incorporado nuevas soluciones para ayudar a las empresas a su lista de buenos propósitos para el 2022.
A todas las personas les gustaría trabajar en una empresa con buen “clima laboral”, donde se trabaje en equipo, se forme a todos los colaboradores, se tenga en cuenta la opinión y necesidades de cada uno, donde existan objetivos comunes, donde se celebren los éxitos y se aprenda de los fracasos, y donde además haya unos valores con los que se puedan identificar.
Seguro que muchos de los propósitos para el nuevo año buscan la gratificación a nivel personal y profesional, al mismo tiempo, porque no se puede olvidar que se es la misma persona en casa y en el trabajo.
Los buenos propósitos en las compañías para el 2022
En una entrevista a Raquel Sánchez Armán, cofundadora de Helpers Speakers, empresa experta en motivación, formación y team coaching, ha contado cuáles son los “buenos propósitos” que se marcan las empresas para el 2022 según sus encuestas a directivos de diversas empresas durante el pasado diciembre.
Se han identificado tres grandes objetivos, aparte de los obvios de crecimiento en ventas y en rentabilidad, comunes en la mayoría de las empresas y que están todos interconectados: los que tienen que ver con la sostenibilidad y el medioambiente, los relacionados con la diversidad, y los focalizados en mejorar la salud mental de sus colaboradores. Ninguno de ellos se basa en un repentino “buenismo” de las empresas, si no en la propia supervivencia de las empresas a largo plazo.
Las empresas son conscientes que los resultados vienen por el buen trabajo de las personas y que un empleado motivado rinde por dos, es más creativo, comete menos errores, tiene menos bajas y es más productivo. Así mismo, los objetivos de sostenibilidad y diversidad influirán tanto en la percepción de los clientes sobre esa empresa y, por tanto, en su futuro, como en la actitud de sus colaboradores.
¿Cómo lograr que esos buenos propósitos se cumplan en las empresas?
Es sabido que a nivel personal buenos propósitos como dejar de fumar, adelgazar, hacer más deporte, pasar más tiempo con la familia, aprender un segundo o tercer idioma, escribir un libro, etc., se repiten cada año porque se quedan en simples propósitos.
Jesús Ripoll, CEO de Helpers Speakers, explica que es clave el papel de todos los líderes de la organización. No solo del CEO, del comité de dirección o de recursos humanos, son todos los líderes de la empresa los que con sus actos, con su ejemplo, lograrán que los propósitos se conviertan en planes de acción y se alcancen.
Es fundamental plasmar por escrito esos propósitos, comunicarlos a la organización, establecer planes concretos, nombrar responsables globales de cada plan y en cada departamento, asignar un presupuesto a cada uno de ellos, marcar un calendario, con los pasos a dar, establecer reuniones de seguimiento con objetivos intermedios, que se incluyan en la agenda del comité de dirección y, es fundamental, trabajar bien la comunicación externa e interna.
Cuando se comunica un objetivo públicamente, la persona se está comprometiendo y en este tipo de objetivos, se está involucrando a los equipos, dándoles un propósito que va más allá de objetivo económico y que seguro que ayuda a mejorar su compromiso.
Los propósitos, las ideas, no valen nada, lo que importa es la ejecución
Ripoll insiste en que las ideas por sí solas no valen nada. Lo importante es comunicarlas bien y ejecutarlas rápidamente, de manera eficiente e implicando al mayor número de personas posibles de la organización. Los líderes no son solo los directores, los máximos responsables jerárquicos de cada área o departamento. En toda gran empresa hay muchos managers y colaboradores que ejercen un liderazgo diario con su ejemplo.
«Hay que comunicar a lo grande, nada vale con hacer lo de siempre. El lanzar un comunicado por escrito no es, ni mucho menos, suficiente. Lo ideal es apoyarse en ponentes externos, que consigan ese efecto WOW en todos los colaboradores, y que difícilmente va a conseguir su director de todos los días.»
Posteriormente es importante seguir comunicando periódicamente los avances, organizar talleres, actividades de team building con contenido y celebrar los pequeños logros.
Los planes perfectos no existen
Mejor hecho que perfecto. Es mucho mejor empezar, dar un primer paso, que esperar meses a tener un “plan perfecto” y el 100% del presupuesto, plan que más tarde va a ser cambiado cien veces, adaptándose a la realidad de cada momento. No se debe olvidar que estos buenos propósitos son algo importante, grandes sueños, y que llevarán años el ser alcanzados.
Ningún gran descubrimiento, ninguna gran gesta de la humanidad, se logró con un plan perfecto y sin una sola variación. Todos se llevaron a cabo cuando una persona o un equipo tuvo una visión, un buen propósito, y decidió convertirlo en un plan, se comprometió con ello, lo comunicó y dio un primer paso.
Helpers Speakers es una de esas empresas que ayudan a otras, que ayudan a las personas, a dar el paso, a establecer un plan y caminar juntos para convertir los buenos propósitos de cada año en hechos y a disfrutar del camino.