El presidente del Banco de Países Bajos y miembro del Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo (BCE), Klaas Knot, no descarta que la inflación de la eurozona se mantenga por encima del 2% de manera persistente, lo que justificaría un cambio en la política monetaria con subidas de tipos en 2023.
Según las últimas proyecciones publicadas en diciembre, el BCE espera que la tasa de inflación de la eurozona alcance el 3,2% en 2022, aunque espera que las presiones sobre los precios se relajen gradualmente a medida que avance el año y bajen hasta el 1,8% en 2023.
«Tengo una visión distinta, creo que la probabilidad de que nos quedemos estancados por encima del 2% es igual de grande», ha señalado el banquero holandés en una entrevista publicada por el diario holandés ‘Trouw’.
En este sentido, Knot recuerda que se espera terminar con las compras de bonos para finales del próximo año, lo que permitiría comenzar a subir los tipos de interés a principios de 2023, aunque admite que «dependerá de cómo se desarrolle la economía el próximo año».
A principios de mes, antes de la reunión del Consejo del BCE del pasado 16 de diciembre, el ‘halcón’ holandés ya había apuntado en una entrevista con el periódico ‘Financieele Dagblad’ que no pueden descartarse subidas de los tipos en 2023 si la inflación se mantiene por encima del escenario base en 2022, aunque reiteró su opinión de que la alta inflación actual responde en gran medida a factores temporales.