Más de la mitad de las pequeñas y medianas empresas del Viejo Continente (55%) ve peligrar su futuro sin una mejora sustancial de su facturación y se plantea echar el cierre en los próximos doce meses como consecuencia del impacto adverso de la crisis del coronavirus en sus ingresos, según apunta un estudio elaborado por McKinsey.
La encuesta, realizada el pasado mes de agosto por la consultora entre 2.200 pymes de cinco grandes economías europeas (Alemania, Francia, Italia, España y Reino Unido) refleja el profundo impacto sufrido por las empresas, con caídas de los ingresos en alrededor del 70% de ellas .
Las pymes de Italia y España se muestran como las más perjudicadas, con un 80% y un 77%, respectivamente, señalando una caída de la facturación por la pandemia. De hecho, un 33% de los consultados en España señalaron que este descenso fue muy importante, mientras que en Italia el porcentaje fue del 30%,en línea con Reino Unido.
De hecho, pocas pymes europeas se mostraron optimistas de cara al futuro de la economía y alrededor del 80% calificó de débil o muy débil la coyuntura económica actual, aunque se observaron profundas divergencias entre países, con un 39% de pymes optimistas, frente a apenas un 10% en Italia y un 11% en España.
De este modo, el número de pequeñas y medianas empresas europeas que sobrevivirá a la crisis dependerá en gran medida del curso futuro incierto de la pandemia y del coste que tenga sobre los ingresos de estas.
En este sentido, el 55% de las pymes encuestadas expresó su preocupación por el riesgo de cierre en el curso de los próximos doce meses si los ingresos se mantuvieran estables, mientras que si la situación empeorase, con una caída adicional de las ventas de entre el 10% y el 30%, alrededor del 77% de las empresas se plantearía echar el cierre para septiembre de 2021.
Si la situación mejorara y los ingresos aumentaran entre un 10% y un 30%, todavía un 39% de las pymes expresó su preocupación sobre su capacidad de seguir con su actividad para septiembre de 2021.
Asimismo, a nivel general, un 11% de los encuestados advirtió del riesgo de declararse en quiebra en un plazo de seis meses, incluyendo un 13% en Francia y un 11% en España, mientras que en Italia y en Alemania este riesgo era contemplado por el 10% de los participantes en la encuesta y por un 9% de las pymes consultadas en Reino Unido.