La Unidad de Recursos para la Atención hacia Personas con Diversidad Funcional o DFR tiene una finalidad fundamental: promover que las personas con necesidades especiales en sus capacidades intelectuales o psíquicas puedan empoderarse para sus metas y proyectos futuros.
Para obtener ese resultado, se esfuerzan en desarrollar dos tareas previas: la primera, consolidar estrategias para la salud mental de las personas con diversidad funcional, y la segunda, crear escenarios y generar líneas de actuación para favorecer la inclusión de estas personas en los ámbitos familiar, social, laboral y educativo.
Cuidar la salud mental de las personas con diversidad funcional
El foco principal que tienen las estrategias a favor de las personas con diversidad funcional intelectual o psíquica es diagnosticar y cuidar su salud mental. Si el individuo tiene algún tipo de desequilibrio psicológico, es muy difícil que el trabajo de inclusión con él obtenga resultados positivos.
Ante esta realidad ha resultado muy conveniente que la unidad DFR esté liderada por una psicóloga sanitaria. Durante los últimos 15 años ha acumulado una importante experiencia para atender, gestionar y coordinar servicios de atención psicológica, así como para formar profesionales capacitados en la aplicación y el diseño de estrategias para favorecer la salud mental de cada paciente.
Para ello, se utilizan una serie de recursos de diversa naturaleza para determinar el estado mental de cada paciente, como materiales didácticos, interactivos, digitales, manipulativos y audiovisuales. Por otro lado, se apuesta por los recursos humanos preparados en los espacios familiares e institucionales para ayudarles a recuperar su equilibrio.
Salud mental y diversidad funcional en la Unidad DFR
Evaluados todos los recursos que están al alcance y que tienen efectividad comprobada, se procede a iniciar las tareas en cada caso en particular. Lo primero es una evaluación psicológica que permita un diagnóstico actualizado de la salud mental. A partir del psicodiagnóstico se decide qué tipo de intervención psicológica es mejor para el paciente.
Paralelamente, se establece el tipo de orientación que recibirá tanto el paciente como su entorno familiar y/o profesional. Educar a las personas que rodean a la persona con una afección mental o psicológica es tan importante como atender al paciente mismo. Para ellos, la Unidad DFR define el tipo de intervención psicoeducativa y las medidas de prevención que se van a aplicar.
Uno de los ámbitos fundamentales que trabaja la Unidad DFR es la comunicación. Dentro de los programas de formación y talleres se estudian los elementos básicos de este fenómeno, además de las causas de una comunicación ineficaz en las personas con trastornos intelectuales o psíquicos y las estrategias para remediarlo. El conocimiento de la comunicación es una herramienta muy útil para determinar el estado mental de un paciente y definir el abordaje más adecuado.
Con esta amplia cobertura en el abordaje de la salud mental a las personas con diversidad funcional, DFR lleva a cabo una gran labor de inclusión de estas personas a las que la sociedad ha marginado durante siglos.