La empresa de mensajería y logística británica Royal Mail se anotó un beneficio neto de 270 millones de libras (321 millones de euros) en el primer semestre de su año fiscal, finalizado en septiembre, lo que equivale a multiplicar por 19 las ganancias registradas en el mismo periodo del ejercicio precedente, según ha informado este jueves.
La facturación creció un 7,1% frente al año pasado, hasta 6.072 millones de libras (7.214 millones de euros). Por segmentos de negocio, las operaciones de Royal Mail supusieron unos ingresos de 4.074 millones (4.840 millones de euros), un 6,4% más, mientras que los originados por la filial GLS se elevaron un 7,5%, hasta 2.010 millones (2.388 millones de euros).
Los gastos de personal entre abril y septiembre fueron de 3.165 millones (3.760 millones de euros), un 1,6% menos, mientras que los costes de distribución alcanzaron los 1.691 millones (2.009 millones de euros), un 8,5% más. Los gastos de infraestructura supusieron una partida de 504 millones (599 millones de euros), un 2,4% más.
La empresa ha anunciado también al presentar sus resultados que tiene previsto devolver 400 millones (475 millones de euros) de capital a los accionistas. La mitad de esa cifra se ejecutará mediante un programa de recompra de acciones y la otra mitad mediante un dividendo especial.
