La tabacalera británica Imperial Brands, propietaria de marcas como Nobel y Fortuna, registró un beneficio neto atribuido de 2.834 millones de libras esterlinas (3.319 millones de euros) al cierre de su año fiscal, lo que representa una mejora del 89,6% respecto del ejercicio precedente, impulsada por la venta del negocio de puros y las menores amortizaciones, indicó la multinacional
El beneficio operativo de la compañía británica entre octubre de 2020 y septiembre de 2021 alcanzó los 3.146 millones de libras (3.684 millones de euros), incluyendo un impacto positivo de 281 millones de libras (329 millones de euros) por la venta de su división de puros y de otros 73 millones de libras (85 millones de euros) por menores amortizaciones.
Los ingresos de Imperial Brands en el conjunto del ejercicio sumaron un total de 32.791 millones de libras (38.403 millones de euros), un 0,7% más que en el ejercicio precedente, mientras que la deuda neta de la compañía se redujo un 15,9%, hasta 9.373 millones de libras (10.977 millones de euros).
La multinacional señaló que en el último ejercicio su cuota agregada en los cinco principales mercados de combustión disminuyó en dos puntos básicos, frente a la caída de 17 puntos básicos del ejercicio anterior, destacando que el incremento de cuota en Estados Unidos, Reino Unido y España compensó parcialmente las caídas en Alemania y Australia.
En el caso de España, la multinacional indicó que la reducción del número de turistas como resultado de la pandemia sigue afectando negativamente, a pesar de lo cual el desempeño doméstico de Imperial Brands se benefició del enfoque renovado para aprovechar su cartera de marcas locales y de la mayor inversión detrás de ‘Fortuna’ y ‘Nobel’, junto con formatos de edición limitada para apoyar el crecimiento de la cuota de mercado.
«Este ha sido un año de importantes avances y cambios significativos, ya que comenzamos a cumplir con el nuevo enfoque estratégico que anunciamos en enero de 2021», declaró Stefan Bomhard, consejero delegado de la empresa, quien destacó la simplificación de la organización, generando eficiencias para reinvertir, con una gestión del rendimiento más rigurosa, lo que permite una mejor priorización de los recursos.
En este sentido, el ejecutivo explicó que el plan de cinco años para transformar Imperial se divide en dos períodos distintos, añadiendo que el próximo ejercicio se completará la fase de fortalecimiento de dos años, con una mayor inversión en los cinco mercados prioritarios de la empresa y pilotos de NGP (productos de nueva generación), la incorporación de nuevas formas de trabajo e iniciativas de ahorro de costes.
«Este período sienta las bases para la siguiente fase de tres años, que se centra en la aceleración de los rendimientos y el crecimiento sostenible del valor para los accionistas», añadió.