Amundi e IFC han lanzado una estrategia de bonos sostenibles de mercados emergentes por la que movilizarán 2.000 millones de dólares (1.731 millones de euros) de inversión privada para apoyar una recuperación «verde, resiliente e inclusiva».
Esta estrategia, que tendrá una duración prevista de diez años, será gestionada por Amundi y está diseñada para «ampliar la disponibilidad y la demanda de otros segmentos del mercado de bonos sostenibles, que todavía tiene margen de crecimiento en comparación con los bonos verdes».
IFC, por su parte, exigirá que las inversiones de la estrategia cumplan con las normas mundiales que rigen los bonos sostenibles y pondrá en marcha un mecanismo de revisión para garantizar que dichas inversiones estén bien alineadas con los objetivos de la estrategia.
Ambas entidades han señalado que el crecimiento de la emisión de bonos sostenibles por parte del sector privado, junto con el aumento de la actividad de inversión en bonos verdes, puede ayudar a resolver el déficit de financiación en los mercados emergentes.
«La pandemia de Covid-19 y el cambio climático suponen amenazas nefastas para los países en desarrollo. Se necesita una acción urgente para evitar que millones de personas se hundan en la pobreza, para proteger los puestos de trabajo y para asegurar un futuro más verde», ha destacado el director gerente de IFC, Makhtar Diop.
La consejera delegada de Amundi, Valèrie Baudson, ha incidido en que esta nueva iniciativa ayudará a crear un mercado para los fondos de bonos sostenibles en los mercados emergentes.