Cada vez son más frecuentes este tipo de aparatos entre los profesionales de la estética. El prestigioso cirujano estético, Jesús Centeno afirma que las máquinas son un apoyo y permiten luchar más a fondo contra la flacidez cutánea y la grasa localizada
Este gimnasio es mucho más pequeño y cabe en la consulta de un cirujano estético o en un centro de medicina estética. El motivo es sencillo: sus máquinas concentran en poco espacio su potencial para cambiar la imagen y, lo que es más importante, son versátiles: trabajan varios aspectos del físico en una o varias sesiones, desde la reducción de la antipática grasa del abdomen, la piel colgante de los antebrazos o los pliegues que van apareciendo en las rodillas.
También ayudan a acabar con la celulitis, a eliminar cicatrices del acné y a disimular las arrugas grandes y pequeñas, desde la frente hasta la axila, cejas y párpados.
Para el paciente este es un gimnasio pasivo, que le ayuda a luchar contra el paso del tiempo y a conseguir resultados de definición corporal que sólo con una entrega absoluta en su gym real, en el que entrena habitualmente, podría conseguir.
Para el profesional estético, explica el cirujano plástico experto en remodelación corporal, Jesús Centeno las máquinas son un apoyo en algunos casos «en los que se necesitan más recursos técnicos para lograr un muy buen resultado y en algunas circunstancias había que recurrir a cicatrices un poco más extensas. Lo cierto es que abre un abanico de posibilidades porque permite tratar a pacientes con flacidez cutánea, aparte de tratar la grasa localizada. La doble acción de la tecnología permite abordar ambos aspectos».
Habla Jesús centeno del apoyo de productos como Morpheus o Body Tite, Face Tite o Accutite, como complemento a la cirugía estética, como añadido el postoperatorio para ayudar a que la piel se retraiga y ofrezca un aspecto terso y renovado, y con el fin de reducir la inflamación en las zonas donde se ha reducido el depósito de grasa.
Pero donde estos aparatos encuentran su mayor razón de ser y estar en las consultas es en llamado paciente no quirúrgico, aquel que no desea entrar en un quirófano o que no puede hacerlo por motivos de salud. Tratándose con estas máquinas pueden conseguir, por ejemplo, una considerable reducción de la celulitis y de la retención de líquidos, sin el riesgo que supone pasar por el quirófano, en una cita en la propia consulta, bajo anestesia local.
La sala de máquinas estética: Morpheus y Body Tite
Es el caso de Morpheus, un tratamiento de radiofrecuencia bipolar fraccionada, que persigue reorganización de las estructuras de la piel. El objetivo se consigue gracias a un aplicador de microagujas que penetran en el tejido subdérmico, coagulando la grasa y tensando el tejido conectivo.
Se demanda, sobre todo, para el tercio inferior de la cara, donde la caída de los tejidos en la línea mandibular, denota el paso del tiempo. También en el cuello, para corregir el llamado «cuello de pavo», que no es otra cosa que la marcación extrema del platisma en dos bandas paralelas.
Otra aplicación de Morpheus es logran la uniformidad de la piel en áreas como la cara interna de los muslos o el glúteo, que van perdiendo densidad y que son afectadas por piel de naranja.
Pero es Body Tite, también de Inmode, la máquina que más se emplea para la remodelación corporal sin cirugía. El motivo fundamental es que no deja cicatrices y que los resultados son inmediatos. Se trabaja, explican desde Sensabell Plastic Surgery , con un sistema de cánulas, similar al de la liposucción. Cánula en este caso, que se introduce en el tejido adiposo produciendo el calentamiento de la grasa hasta licuarla, a la vez que se logra la contracción del tejido subdérmico y la retracción de la piel.
Habrá que esperar tres meses, eso sí, para comprobar sus resultados remodelantes, y, como ocurre cuando un paciente entra el quirófano, seguir unos cuidados posteriores al tratamiento. Aunque cada caso es individual, la recomendación es guardar reposo entre uno y dos días, diez máximo, al abandonar la clínica. La faja de compresión dependerá del estado de inflamación de las zonas tratadas, aunque el mínimo tiempo requerido es de tres semanas.
Por último, se restringe el deporte durante los diez días posteriores a la intervención. Ahora bien, recuerda Jesús Centeno, sólo por este tiempo. El gimnasio, el real, el del sudor, el cardio y las pesas, será un punto de apoyo para mantener los buenos resultados del otro gimnasio, el estético. Por apariencia y, sobre todo, por salud.
Para más información: www.misszoe.es
La clínica Sensabell Plastic Surgery, situada en pleno corazón de Valencia, es un espacio que une ciencia y profesionalidad otorgando un enfoque global para el cuidado personalizado de la belleza, en un ambiente único, agradable y acogedor.
Los doctores Jesús Centeno y María Teresa Achiques apuestan por un concepto de belleza natural unida al bienestar, la salud, la prevención y a los tratamientos personalizados en un proceso en el que mediante la relación médico-paciente se trabaja en la búsqueda constante de los resultados deseados.
Fuente Comunicae