Después de la separación de los cónyuges, una vía para resolver la división del bien común es ceder la parte de la casa a la expareja. Se puede llevar a cabo mediante la solicitud de una hipoteca por extinción de condominio.
En Hipotecas Plus, los expertos orientan a las personas para notificar ante el banco que aprobó la hipoteca inicial del inmueble y puedan realizar el procedimiento de un nuevo préstamo.
¿Qué hacer cuando se separa una pareja y una de las partes se quiere quedar con la vivienda?
Muchas hipotecas se solicitan en pareja, por lo que la propiedad se concede a título de los dos, un aspecto que pasa a convertirse en un problema cuando la pareja pasa por un proceso de separación o divorcio.
En estos casos, pueden presentarse varios escenarios y en Hipotecas Plus ofrecen la orientación adecuada para conocer las alternativas a las que puede optar para quedarse con la vivienda.
Una de estas opciones y la que se establece como la más recurrente es la compra de la parte que corresponde a la expareja. Esta operación se realiza bajo común acuerdo en la que, por lo general, estipulan algún pago por su parte de la casa.
La persona interesada en adquirir la parte de su excónyuge solicita la hipoteca con la que el banco le puede otorgar el dinero que ha acordado pagar, incluyendo la hipoteca que pueda haber en este momento bajo ciertas condiciones que pueden variar de acuerdo a la entidad financiera que otorgue el beneficio.
Puede obtener un plazo para pagar la hipoteca que oscila entre los 30 años y 40 años, con una tasa de interés fijo o variable, según la elección del cliente.
Gestionar los aspectos jurídicos y tributarios con la ayuda de expertos
En estos casos, la labor de un experto en hipotecas es fundamental para que aporte su conocimiento, estrategia y herramientas para negociar ese 50% que se desea comprar o vender a la contraparte.
Además, este tipo de trámites enmarca una serie de aspectos jurídicos y tributarios que deben estar planteados para que ninguna de las dos partes resulte perjudicada en el momento de separar ese bien común.
Antes de solicitar esta decisión ante un notario, hay que asegurarse de que el banco aprobará la hipoteca. En estas situaciones, habitualmente sucede que una vez han llegado al acuerdo que uno de los dos se queda con la vivienda, van al notario y uno le cede al otro su parte. El que se la queda tiene que buscar una hipoteca para pagarle y, en ocasiones, se encuentra con que no encuentra banco que le conceda la hipoteca. Así, el que ha cedido la vivienda con la expectativa que el otro le pague y le quite de la hipoteca, se encuentra con que ya no tiene la vivienda a su nombre, pero continua en la hipoteca, ocasionándole un grave perjuicio, ya que si se quiere comprar una vivienda posiblemente no se la den. Esta negativa del banco se debe a que figura que ya tiene otra y, a su vez, está ligado a como le vaya económicamente a su ex. Si a este le va mal y no paga, el banco le exigirá pagar aunque la vivienda ya no sea suya.