Cada vez existen más evidencias de que es la actitud conductual de las personas la que determina la calidad de vida que conllevan y su grado de bienestar. Porque se debe enfatizar todo aquello que es bueno, ser positivos y promover la salud antes de prevenir la enfermedad. Este matiz, que parece menor, es un factor que se debe tener en cuenta, ya que su contribución al bienestar es fundamental.
El desarrollo de la ciencia permite conocer la enfermedad cada vez mejor, disponiendo de información que permite adelantarse a su desarrollo o a intentar controlarla una vez que ha aparecido en la vida. Y traducir este conocimiento en educación es una de las grandes responsabilidades que tienen los profesionales de la salud.
La educación en salud se debe iniciar en el colegio con los niños para que estén preparados para tomar decisiones acertadas cuando la vida les pregunte si quieren fumar o no, si quieren tomar alcohol o no, o si prefieren hacer deporte con los amigos. Y continuarla durante el resto de la vida.
En la mayor parte de los infartos agudos de miocardio y de los ictus, las enfermedades que mayor mortalidad tienen en el mundo a día de hoy, existen importantes factores que son los responsables de dañar el interior de las arterias del corazón o del cerebro y provocar estos eventos graves que condicionarán el futuro. En Bach Care, mediante el escáner de última tecnología espectral pueden navegar, sin riesgo alguno, por el interior de las arterias y el corazón para poder proporcionar a sus clientes el conocimiento sobre el estado de la salud de su corazón y la predisposición genética a sufrir enfermedades cardiovasculares.
Los factores responsables de las enfermedades cardiovasculares son de 3 tipos: mecánicos, como la tensión arterial alta y la obesidad; químicos, como el colesterol y la glucosa elevados; y por supuesto, de tipo conductual, como son el hábito tabáquico, la falta de ejercicio físico y el no comer de forma saludable.
La educación y conocimiento han de ser el soporte básico para que el cerebro adopte la norma vital de: “me voy a cuidar” . Y cuidarse hace referencia a tener en cuenta todos los factores de riesgo que se conocen, no únicamente uno. No hay que conformarse con hacer deporte si al mismo tiempo se sigue manteniendo la costumbre de fumar o no se corrige el exceso de peso.
Esta decisión de tomar conciencia de todos los factores de riesgo y no de uno solo es una decisión personal, que se va a ver además favorecida si se toma junto a las personas con las que se convive. Está demostrado que por sí solas, las personas tienen más dificultad en adoptar cambios importantes en sus hábitos que si lo hacen junto con el grupo familiar con el que conviven. Por eso, en Bach Care además de proporcionar los resultados de las pruebas médicas, se enfocan en una parte muy importante: reeducar el cuerpo, corazón y mente para poder adaptar hábitos de vida saludables que se puedan mantener toda la vida, añadiendo vida a la vida.