La canciller alemana, Angela Merkel, se ha pronunciado este sábado, durante su visita de despedida a Turquía, a favor de que continúe el acuerdo entre la Unión Europea y Ankara para controlar la migración en Europa.
Para la canciller es importante que la Unión Europea siga apoyando a Turquía «en la lucha contra la migración ilegal», según ha explicado tras un encuentro con el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, en Estambul, durante la que será su última visita a Turquía como canciller.
Merkel ha subrayado que el apoyo a Turquía en el tema de los refugiados debe garantizarse «más allá de lo ya acordado». Erdogan, a su vez, ha asegurado Turquía es un país «anfitrión» de refugiados. «Y así lo seguirá siendo», ha ratificado el presidente turco.
Erdogan ha añadido además que espera cooperar bien también con el futuro gobierno alemán antes de aplaudir el «enfoque razonable» aportado por Merkel durante sus 16 años de mandato al frente de Alemania, y sobre todo durante la última crisis migratoria.
La Unión Europea y Turquía acordaron hace cinco años que Turquía procedería contra la migración ilegal hacia la UE y que Grecia podría devolver a Turquía a migrantes que llegaron a las islas del Egeo. A cambio, la UE asume por cada sirio que devuelve a un sirio refugiado de Turquía y apoya al país en la atención de los refugiados.
El país ya acogió a unos 3,7 millones de refugiados de Siria y a cientos de miles de migrantes de otros países, entre ellos Afganistán. La Unión Europea tiene previsto entregar a Turquía otros 3.000 millones de euros.
«Turquía está haciendo algo extraordinario en relación a los refugiados sirios», ha declarado Merkel, que subrayó varias veces el esfuerzo realizado por las buenas relaciones entre Alemania y Turquía.
La canciller lamentó que en Siria, a pesar de la intervención de Naciones Unidas, la situación no evolucione bien y que en torno al bastión rebelde de Idlib, de hecho, vuelva a ser «muy tensa».
Los dos mandatarios también hablaron sobre Libia. En este sentido, Merkel se pronunció a favor de la celebración de elecciones pronto en ese país del norte africano y de «una solución duradera».
Las relaciones entre Turquía y el Gobierno alemán han sido turbulentas en los últimos años. En 2017, en particular, el encarcelamiento de ciudadanos alemanes en Turquía tensó mucho la relación entre Berlín y Ankara. Ese mismo año se deterioraron aún más después de que Erdogan atacara personalmente a la canciller con comparaciones nazis.
Desde entonces, ambas partes se han acercado, pero la persecución de ciudadanos alemanes y miembros de la oposición turca sigue siendo un punto de discordia.
El martes fue condenado un alemán de origen kurdo a más de dos años de prisión por propaganda terrorista. Como en muchos otros casos, el trasfondo fueron publicaciones críticas en las redes sociales.
Merkel se retirará del gobierno tras la formación de una nueva coalición tras las elecciones de septiembre pasado en Alemania, en las que ya no compareció como candidata.