Los alquileres en Países Bajos se determinan mediante un complicado e inédito sistema de puntos, con valor extra por accesorios lujosos o espacio exterio; Los que no llegan a los 142 puntos se clasifican como viviendas sociales, con una renta máxima de 752 euros y se destinan a hogares de bajos ingresos, que aguardan en una larga lista de espera.
En 2015, el segundo gabinete de Mark Rutte decidió añadir una nueva variante al sistema de puntos e incluyó el 100% del valor oficial de la propiedad (conocido como WOZ), medida que elevó la puntuación de las casas, por ejemplo, ubicadas en un barrio popular, y trasladó al sector liberalizado a miles de viviendas consideradas entonces sociales, en especial en grandes ciudades como Ámsterdam y Utrecht.