El Senado de Estados Unidos aprueba extender hasta diciembre el límite de la deuda

Por Redacción

El Senado de Estados Unidos ha aprobado un acuerdo para aumentar el límite de la deuda hasta el mes de diciembre, evitando así que el Gobierno incurriera en posibles impagos.

De este modo, la Cámara alta estadounidense ha dado el visto bueno –con 50 votos a favor y 48 en contra– a esta medida que, ahora, deberá ser aprobada también en la Cámara de Representantes, algo que, previsiblemente, sucederá la próxima semana, recoge la cadena CBS News.

Así, este proyecto eleva el ‘techo de deuda’ en 480.000 millones de dólares –más de 415.000 millones de euros–, y permitirá a la Administración del presidente, Joe Biden, hacer frente a sus facturas hasta el próximo 3 de diciembre.

Previamente, el líder de la mayoría del Senado, el demócrata Chuck Schumer, ya había anunciado un acuerdo con el Partido Republicano. «Tengo buenas noticias (…) Hemos llegado a un acuerdo para extender el límite de la deuda hasta principios de diciembre y esperamos suscribirlo hoy», explicó.

Hasta ahora, los republicanos habían estado bloqueando los esfuerzos demócratas por suspender el ‘techo de deuda’ con una mayoría simple de votos en el Senado, lo que implicaba que se hubiesen requerido 60 votos para sacar adelante esta medida, una cifra de senadores que el Partido Demócrata no hubiese alcanzado.

Por tanto, el acuerdo se ha logrado gracias a que el líder republicano en el Senado, Mitch McConnell ha planteado una solución provisional para evitar los impagos por parte del Gobierno.

Republicanos y demócratas habían mantenido durante semanas su disputa sobre cómo elevar el techo de la deuda del Gobierno, que esperaba agotar sus recursos de emergencia el próximo 18 de octubre, con el riesgo de incurrir en impago de sus obligaciones más allá de esa fecha.

La secretaria del Tesoro de Estados Unidos, Janet Yellen, llegó a advertir de que no elevar el techo de la deuda del país, arrastraría a la economía a la recesión.

«Provocaría una recesión», afirmó Yellen en una entrevista con CNBC donde señaló que «sería catastrófico no pagar las facturas del Gobierno», lo que socavaría la credibilidad de Estados Unidos.

«Los valores emitidos por el Tesoro de Estados Unidos son vistos como el activo más seguro del mundo y eso respalda al dólar como moneda de reserva mundial y poner eso en cuestión por no pagar cualquiera de nuestras facturas sería catastrófico», aseguró.

LA CASA BLANCA APLAUDE LA APROBACIÓN

La portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki, ha aplaudido la aprobación en el Senado del aumento del límite de la deuda y ha celebrado que se trata de «un paso adelante» para «evitar un impago que habría sido devastador» para la economía de las «familias trabajadoras» del país.

Así, ha aseverado que Biden espera firmar el proyecto de ley «tan pronto como sea aprobado en la Cámara de Representantes» y ha incidido en que la atención del presidente «sigue centrada» en la «tarea de autorizar rápidamente su programa económico y realizar inversiones vitales en puestos de trabajo, competitividad y previos más bajos para la clase media».

«Estas votaciones subrayan que elevar el límite de la deuda es una responsabilidad compartida para pagar las deudas contraídas en el pasado por los presidentes y congresos de ambos partidos, una deuda que no tiene nada que ver con la agenda económica del presidente Biden, totalmente pagada», ha añadido al respecto Psaki, que ha reconocido que once republicanos han puesto este jueves «fin al filibusterismo» al permitir la aprobación de la medida.

«A medida que nos acercamos a los próximos meses, esperamos que aún más republicanos se unan a los demócratas para abordar responsablemente el límite de la deuda en lugar de elegir el incumplimiento o la obstrucción», ha apelado, para subrayado que
«no debe haber dudas sobre si Estados Unidos pagará sus facturas».

Por último, ha instado a «no permitir que la política partidista tenga como rehén» a la economía estadounidense ni dejar que «el proceso rutinario de pagar las facturas se convierta en un enfrentamiento político que sacuda la confianza cada dos años o cada dos meses».