El reequilibrio del mercado europeo del gas llevará tiempo, puesto que algunos factores detrás de la escalada de precios registrada este año obedecen a razones estructurales, por lo que el denominado «puente del gas europeo» para su transición energética puede resultar bastante costoso, según la agencia S&P Global Ratings.
En un informe, la agencia señala que el fuerte aumento de los precios del gas registrado este año «ha pillado a Europa por sorpresa», destacando la creciente vulnerabilidad de la región a las condiciones climáticas y a una cada vez mayor competencia de otras regiones por adquirir los cargamentos de gas natural licuado (GNL) ante la escasez de suministro y advierte de que el gasoducto ‘Nord Stream 2’ por sí solo no puede solucionar la brecha entre oferta y demanda.
Los precios europeos del gas se han disparado en agosto-septiembre de 2021 después de mostrar una volatilidad extrema en los últimos años, lo que ha provocado una fuerte subida de las facturas de electricidad y gas para muchos hogares en un momento en que aún se están recuperando del impacto de la crisis de la Covid-19.
Algunos participantes del mercado atribuyen la mayor parte de la culpa a tensiones geopolíticas, como las vinculadas al controvertido proyecto ‘Nord Stream 2’, apunta la agencia, para la que, dejando de lado estas cuestiones, la ocurrencia simultánea de factores fundamentales técnicos, económicos y relacionados con el clima ha impulsado los precios del gas hasta niveles inusualmente altos.
«Dado el tamaño de la brecha actual entre la oferta y la demanda, no esperamos que se encuentre pronto una solución permanente. Es posible que algunas presiones disminuyan gradualmente, pero creemos que otras representan cambios estructurales», afirma la analista Elena Anankina en referencia a la dependencia de Europa de las importaciones y la mayor exposición a los mercados mundiales del gas en medio de las incertidumbres reglamentarias y técnicas derivadas de la transición energética.
En este sentido, la experta advierte de que con el debate actual en la UE sobre el papel del gas en la Taxonomía Verde y las probables nuevas promesas de descarbonización en la COP 26 del próximo noviembre, los precios del gas extremadamente volátiles plantean una serie de cuestiones sobre su papel a la hora de respaldar la seguridad del suministro durante la transición energética europea y el coste del mismo.
«Creemos que, en última instancia, puede resultar aún más difícil para Europa conciliar su creciente dependencia de las importaciones de gas con el endurecimiento de las restricciones medioambientales», apunta Anankina, para quien el llamado puente del gas europeo para su transición energética «puede resultar bastante costoso».