El presidente de Rusia, Vladimir Putin, ha asegurado este viernes que el Moscú «no está interesado» en la «desintegración» de Afganistán porque, en tal caso, no habría con quien «conversar», después de que los talibán se hayan hecho con el poder en el país asiático.
En su intervención durante la reunión plenaria del Foro Económico Oriental, ha señalado que «cuanto más rápido» se «integre» el gobierno talibán «en la familia de los pueblos civilizados, más fácil será contactar y tratar con ese movimiento, así como ejercer influencia sobre él».
Del mismo modo, ha señalado que los talibán son un movimiento heterogéneo y ha puesto el foco en que en Afganistán «actualmente hay representantes de muchas organizaciones, incluidas las extremistas como Estado Islámico y otras».
En este contexto, ha incidido en que la situación de Afganistán es «una catástrofe humanitaria» y ha agregado que «basta ver cuántas personas –que estaban trabajando en Afganistán para Estados Unidos y sus aliados– se vieron abandonadas».
Putin también ha tachado de «errónea» la política consistente en intentar «civilizar» a otros pueblos, imponiendo modos de vida. «Si un pueblo necesita la democracia, la obtendrá recorriendo su propio camino», ha considerado, antes de recalcar que «no se puede imponer usando la violencia».