Osamu Suzuki, el expresidente del fabricante de vehículos que lleva su nombre durante más de cuatro décadas hasta su renuncia en 2021, ha fallecido este viernes en Japón a los 91 años por un linfoma maligno, según informan medios locales consultados por Europa Press.
Casado con la hija del segundo presidente de la compañía, Shunzo Suzuki, bajo el liderazo de Osamu la empresa consiguió convertirse en una compañía de vehículos global con ventas que alcanzaron durante su mandato los 3 billones de yenes (algo más de 18.000 millones de euros). En el año fiscal que finalizó el pasado mes de marzo, las ventas de Suzuki Motor superaron los 5 billones de yenes (más de 30.000 millones de euros).
Osamu Suzuki ayudó a que el fabricante consolidase su presencia en el mercado de vehículos ligeros, los conocidos localmente en Japón como ‘kei cars’ y lideró la expansión del grupo en la India, a día de hoy uno de los principales mercados del fabricante nipón donde controlar el 40% de la cuota de negocio.
En la década de 1970, salvó a la empresa del borde del colapso al convencer a Toyota para suministrar motores que cumplieran con las nuevas regulaciones de emisiones, pero que Suzuki aún no había desarrollado.
Durante los últimos años de su presidencia, que empezó en 1978, profundizó esta asociación con la competidora Toyota desde donde este viernes, su presidente, Akio Toyoda, ha expresado sus condolencias por la muerte del empresario poniendo en valor su apuesta por los coches ligeros que, ha dicho, hoy son en Japón un «coche nacional».
Un mes antes de cumplir 80 años, Suzuki cerró un acuerdo multimillonario con el gigante Volkswagen en diciembre de 2009 aunque la alianza fracasó al poco tiempo después de que la japonesa acusara a la alemana de no permitir el acceso a su tecnología, tal y como se especificaba en el acuerdo de 2009 con el que se buscaba reforzar a ambos fabricantes a través del posicionamiento del grupo nipón en países emergentes con sus vehículos compactos, y aumentar así su presencia en Europa, China y Sudamérica.
Tras pasar por un tribunal de arbitraje, Suzuki consiguió recomprar la participación del 19,9% que había vendido al fabricante de automóviles alemán. En 2016 Osamu Suzuki cedió el testigo a su hijo Toshihiro.