El líder norcoreano, Kim Jong Un, ha instado a los militares del país a seguir la línea de su partido, y ha criticado a los comandantes de las Fuerzas Armadas por cometer «deficiencias importantes» en labores relacionadas con el ámbito militar y de su propio partido.
Durante un taller de cuatro días, dirigido por el propio Kim, y cuyo objetivo ha sido el de subrayar la preponderancia de su partido, el comandante en jefe ha analizado en detalle las deficiencias de los militares «en la implementación de las líneas militares y políticas del partido y las causas detrás de ellas», ha informado la agencia estatal KCNA.
Kim ha enfatizado que el Ejército Popular de Corea «son las Fuerzas Armadas del Partido» y que, por lo tanto, «todas las actividades militares y políticas deben reflejar la voluntad y la fuerza del Partido» y deben tener como objetivo «hacer realidad la intención» del mismo.
Desde el país vecino, Corea del Sur, se ha especulado que el Ejército norcoreano no ha seguido las instrucciones de Kim de liberar reservas de alimentos para la población, entre otras órdenes.
Además, el líder supremo también habría pedido a los militares que estuvieran preparados para «cualquier provocación militar de enemigos», que estaban intensificando sus «ejercicios de guerra».
En Corea del Sur, esto se ha entendido como una alusión a los ejercicios conjuntos planeados por Estados Unidos y Corea del Sur el próximo mes. Por lo que, según el Ministerio de Defensa en Seúl, ambas partes todavía están discutiendo cuándo y en qué medida deben realizarse los ejercicios militares.
Seúl, por su parte, teme que los simulacros puedan ir en contra de los esfuerzos por mantener nuevas negociaciones con Pyongyang sobre su programa de armas nucleares. Pero ambos países sí que coinciden en negar la acusación de Corea del Norte de que sus maniobras se preparan para un ataque.
