Uno de los temas clave de la actualidad es la transición energética, ya que tendrá significativos efectos a gran escala, los cuales impactarán al sector empresarial y político, pero sobre todo a los ciudadanos en su vida cotidiana. Por este motivo, es fundamental la generación de espacios de diálogo que favorezcan la participación ciudadana en materia de energía.
En ese sentido, cabe destacar la valiosa labor que lleva a cabo el proyecto “El Futuro es Ahora”, que este 2024 ha realizado una macroencuesta denominada “El Futuro es Energía”. Bajo el impulso de organizaciones como Demos Lab, Talento para el Futuro y Democracia Digital, este estudio ha servido para trasladar las inquietudes y propuestas de la juventud española sobre el tema energético a los factores políticos y empresariales del país. En concreto, la encuesta recoge las perspectivas de más de 8.000 jóvenes de entre 16 y 30 años, residentes de las distintas regiones de España y motivados por diferentes sensibilidades.
Gracias a “El Futuro es Energía”, se pudieron recabar datos sobre las prioridades y preocupaciones de los jóvenes respecto a la importancia del uso de fuentes renovables, así como sobre la legislación y la movilidad verde. En general, esta iniciativa de participación ciudadana sobre energía permitió concluir que para el 89% de la juventud española la transición energética es un tema crucial para luchar contra el cambio climático.
Asimismo, el estudio arrojó que 90% de los participantes creen que las políticas públicas y la legislación son determinantes para el cumplimiento de las metas energéticas. En simultáneo, el 79% de los encuestados expresó que las normativas deberían ser más rigurosas y ambiciosas. De igual manera, la encuesta permitió comprender que la fiscalidad verde y las facilidades para el almacenamiento de energía renovables son las iniciativas que cuentan con mayor adhesión por parte de los ciudadanos.
Sobre la base de los datos recabados en “El Futuro es Energía”, un panel de expertos elaboró una lista detallada y técnicamente viable con las acciones que se pueden impulsar para satisfacer los requerimientos de la ciudadanía de manera inclusiva y justa. Una de las principales medidas se relaciona con el impulso de soluciones de almacenamiento, mediante bombeos hidroeléctricos y baterías, para garantizar el uso continuo de energías renovables. También es crucial el refuerzo de las redes eléctricas, para modernizarlas y asegurar una extensa vida útil. Igualmente, se recomienda la penalización de las energías contaminantes y la creación de incentivos a las renovables.
Otro punto clave es favorecer la movilidad sostenible, mediante facilidades para la compra de coches eléctricos, así como potenciar el transporte público eléctrico. Por último, los especialistas recomiendan incentivar la rehabilitación de edificios para mejorar el aislamiento, promover el autoconsumo, aumentar las ayudas en materia de eficiencia energética y asegurar que la transición se produzca en un entorno inclusivo donde la participación ciudadana esté garantizada.
