Iberdrola registró un beneficio neto de 5.470,7 millones de euros en los nueve primeros meses del año del año, lo que representa un incremento del 50,4% con respecto al mismo periodo del ejercicio anterior, impulsado por las plusvalías millonarias registradas con la venta de activos en México, informó la compañía, que ha decidido así volver a mejorar sus previsiones para un 2024 en el que apunta a unas nuevas ganancias y dividendo récords.
Excluyendo la plusvalía de México, que representó 1.165,2 millones de euros, el beneficio neto de la energética se situaría en 4.305,5 millones de euros, aumentando un 18,4% respecto a los primeros nueve meses de 2023 y, en términos recurrentes (excluyendo además la recuperación del déficit de tarifa de Reino Unido y la provisión por impuestos en México en 2023) un 22%.
El resultado bruto de explotación (Ebitda) de la energética aumentó un 23% en estos nueve primeros meses, hasta los 13.269 millones de euros, impulsado, principalmente, por un incremento del 25% en las inversiones orgánicas de redes en los últimos nueve meses -con la base de activos de redes eléctricas alcanzando ya los 47.600 millones (incluyendo ENW)-, así como una producción renovable en máximos históricos gracias a las nuevas inversiones y los resultados provenientes de rotación de activos.
El Ebitda recurrente creció un 11%, hasta los 11.551 millones de euros. Estados Unidos y Reino Unido impulsaron el resultado, con incrementos del 25% y el 15% en el Ebitda, respectivamente.
Las inversiones alcanzaron la cifra récord de los 12.300 millones de euros, un 13% más, fundamentalmente en redes y renovables en los Estados Unidos y el Reino Unido.
ENFILA LOS 5.500 MILLONES DE BENEFICIO EN 2024.
De esta manera, el grupo presidido por Ignacio Sánchez Galán mejoró de nuevos sus expectativas para 2024 y ha fijado la previsión de beneficio para el conjunto del ejercicio en los 5.500 millones de euros, lo que supone un incremento del 14% respecto al año anterior (excluyendo cualquier plusvalía por rotaciones de activos), impulsado por los nuevos marcos tarifarios de las redes, el incremento de la capacidad instalada y al aumento de los contratos a largo plazo.
Además, ha elevado su dividendo a cuenta un 14%, hasta los 0,23 euros por acción, tras alcanzar este año ya el suelo de dividendo para 2025, fijado en 0,55 euros -este año ha distribuido 0,558 euros por título-.