En la búsqueda de la salud y el bienestar físico, muchas personas se concentran en encontrar el mejor calzado para optimizar su rendimiento deportivo. Sin embargo, entrenar descalzo está ganando popularidad por los múltiples beneficios que ofrece a nivel físico y postural.
Esta manera de realizar actividad física se encuentra respaldada por estudios científicos que aseguran que se promueve una mayor conexión entre el cuerpo y el entorno, mejorando la funcionalidad y salud de los pies. En este contexto, Vitaltrain, clínica especializada en salud integrativa, explora los beneficios de caminar y entrenar descalzo.
Los beneficios de entrenar descalzo según Vitaltrain
Entrenar descalzo permite que los pies recuperen su libertad natural de movimiento, algo que se ve limitado al usar calzado. Según Vitaltrain, al caminar o entrenar sin zapatos, el pie se expande de manera más eficiente, creando una mayor superficie de contacto con el suelo. Esta mayor flexión y expansión permite un mejor equilibrio y una redistribución de la carga en todo el cuerpo, lo que disminuye el riesgo de caídas y optimiza la estabilidad.
Asimismo, Vitaltrain señala que el pie descalzo no solo beneficia la postura, sino que también ayuda a prevenir problemas crónicos, como el hallux valgus (juanetes) y las molestias en las rodillas debido a una incorrecta alineación de las extremidades inferiores.
Una mejor postura, una pisada más natural
Por otra parte, Vitaltrain sugiere que entrenar descalzo promueve una mayor flexión plantar del tobillo, lo que ayuda a reducir la probabilidad de lesiones y mejorar el rendimiento general en actividades físicas. Esto también tiene un impacto positivo en la marcha, ya que la falta de calzado obliga al cuerpo a adaptarse de forma más natural al suelo, fomentando una pisada más consciente y controlada.
En definitiva, desde Vitaltrain se recomienda entrenar descalzo en un entorno seguro, evitando riesgos de abrasiones o lesiones, para disfrutar al máximo de los beneficios que este enfoque aporta al cuerpo.