El precio del gas escalará hasta los 60 euros el megavatio hora (MWh) ante un «temido» invierno gélido que agote las reservas gasísticas de Europa, lo que a su vez derivará en unos precios eléctricos situados alrededor de los 130 euros el MWh, según ha pronosticado el director general de la consultora Tempos Energía, Antonio Aceituno.
El experto ha subrayado que «el mercado del gas también será vulnerable ante un hipotético repunte brusco de los combates en Oriente Medio, lo cual podría provocar que los precios del gas se disparen hasta los 100 euros el megavatio hora durante un corto periodo de tiempo».
«Sin embargo, los precios actuales ya han incorporado gran parte de la tensión geopolítica de esa región, por lo que los máximos actuales de 40 euros el MWh parecen ser el techo aceptado por todos», ha matizado.
A pesar de que la geopolítica está desempeñando un papel clave en la volatilidad de los precios del gas, estos siguen estables desde el 27 de julio en la horquilla de 32 y 40 euros el MWh, lo que se traduce en que, a pesar de todos los factores de riesgo que amenazan al mercado gasístico, los precios poseen un margen de movimiento relativo de ocho euros el megavatio hora.
Por otro lado, para ver una tendencia bajista, «debería ocurrir un gran aumento previsto de las exportaciones de gas a Europa, cuestión que no parece probable, teniendo en cuenta el comportamiento como consumidor del polo asiático». «Es cierto que los amplios niveles de almacenamiento previos al invierno, combinados con la disminución de la demanda industrial y una perspectiva económica más débil, están pesando mucho sobre la confianza», ha expuesto Aceituno.
En cualquier tipo de escenario posible, la respuesta definitiva residirá en el clima. Por el momento, se espera un período templado para las próximas dos semanas, lo cual proporcionará una ligera calma previa a una señal contundente, «dentro de quince días, estaremos a las puertas de noviembre, con un invierno titubeante». «En algún momento, la climatología emergerá como juez absoluto, pudiendo arrastrar al gas a corto plazo a la cota de los 32 euros el megavatio hora, o incluso por debajo», ha apuntado el experto.
En este sentido, el director general de Tempos Energía prevé que, ante un invierno cálido, el TTF «romperá la barrera de los 32 euros el megavatio hora, viajando hasta un suelo de 24 euros», lo cual derivará en precios del pool «en torno a los 70 euros el megavatio hora, bajando a 50 euros, si la eólica empuja por encima del 25 por ciento».
Con vistas a los futuros eléctricos, la tensión en el mercado del gas continúa latente, con el contrato TTF con vencimiento en el próximo mes alcanzando máximos de 40,96 euros el megavatio hora, la cotización más alta desde hace cerca de once meses. No obstante, «los mercados están descontando un hecho altamente importante: la llegada de más suministro renovable en otoño e invierno», ha señalado.
Por este motivo, los futuros eléctricos para el primer, segundo y cuarto trimestre de 2025 no aparecen correlacionados con los contratos de gas desde el 19 de septiembre de este año, dibujando una línea prácticamente horizontal en los niveles de 69,90 euros el megavatio hora, 47,82 euros y 78,61 euros el megavatio hora, respectivamente. Sin embargo, como cabe esperar, el verano de 2025 crece en un 8,45 por ciento –6,25 euros el megavatio hora– desde la fecha indicada.
EL BRENT, DÉBIL ANTE LA TENSIÓN GEOPOLÍTICA
Según ha explicado el director general de Tempos Energía, el mercado del crudo «está actualmente sostenido por el aumento de la tensión geopolítica, con las subidas sensiblemente frenadas por los vectores macroeconómicos».
En este panorama internacional, cobra especial relevancia la próxima respuesta de Israel ante el pasado ataque de misiles de Irán, pues debe decidir entre atacar el crudo de Irán y provocar serias consecuencias a la economía mundial, u optar por otra vía menos dolorosa para sus socios, principalmente Estados Unidos.
Por este motivo, «el mundo del crudo está obligado a esperar a Israel, en un contexto en el que el brent tiene actualmente embebida una prima geopolítica entre seis y ocho dólares», ha apuntado Aceituno. A partir de aquí, lo más probable es que no se produzcan interrupciones de suministro, debido a dos razones principales. La primera de ellas pasa por que China ha ignorado las sanciones occidentales, importando cantidades récord de Irán –prácticamente el 90 por ciento–, por lo que el corte del Estrecho de Ormuz se volvería en contra de Irán, al dirigir un castigo innecesario a su principal cliente.
En el caso de Israel, un ataque contundente provocaría la intervención directa de Estados Unidos, especialmente interesado en mantener la mayor calma posible en Oriente Medio antes de las elecciones que se celebrarán en menos de un mes.
Por consiguiente, el experto ha previsto que, «hasta conocer la reacción de Israel, el brent seguirá cotizando en torno de los 77 dólares». «Si finalmente no se produce un ataque, las cotizaciones del crudo podrían incluso caer por debajo de los 70 dólares, al perder la tensión geopolítica y mirar de nuevo al sobreabastecimiento», ha añadido.
Sin embargo, en caso de pérdida de flujos, esta sería puntual, haciendo subir los precios hasta la cota de los 100 y 110 dólares, debido a que la OPEP pondría en marcha su capacidad ociosa, que actualmente alcanza los seis millares de barriles diarios.