La huelga de trabajadores de Boeing en Estados Unidos cumplió este domingo un mes desde su inicio, un periodo en el que los trabajadores no han conseguido que la empresa asuma sus exigencias y en el que, además, el fabricante aeronáutico ha anunciado planes para reducir su plantilla en un 10%, eliminando unos 17.000 empleos.
Los trabajadores en huelga, unos 33.000, pertenecen a las plantas de Boeing en el entorno de Seattle. La huelga, entre otros motivos, busca conseguir que la compañía acepte una subida salarial del 40% que compense el aumento de costes desde la última revisión, hace 16 años, también después de una huelga.
No obstante, Boeing ha limitado su oferta a una subida del 20%, llegando a ofrecer el 30% directamente a los trabajadores, sin mediar con el sindicato, para tratar de poner fin a estos paros.
No obstante, la oferta no ha sido aceptada y la compañía acabó retirándola el pasado jueves. La compañía asegura que el sindicato no quiere aceptar las propuestas del fabricante y se mantiene firme sobre su postura, que «no es negociable» y está «por encima de lo que podría aceptar» para poder seguir siendo competitiva. Por su parte, el sindicato alega que la compañía solo ofrece unas condiciones no negociadas.
AMENAZA DE CONVERTIRSE EN ‘BASURA’
La huelga está haciendo a Boeing perder unos 100 millones de dólares (91 millones de euros) al día. A esta cifra se le suma la crisis de seguridad y reputación que comenzó en enero después de que un avión de Alaska Airlines perdiera parte de su fuselaje durante el despegue, aunque ya arrastraba problemas desde 2018, cuando dos 737 MAX 8 sufrieron accidentes fatales en menos de seis meses, provocando la paralización de la flota mundial del modelo.
A lo largo del año, las acciones del fabricante aeronáutico han bajado un 41%, rebajando su valor de mercado en unos 60.000 millones de dólares (54.700 millones de euros).
Todo ello va a provocar una salida de efectivo de unos 10.000 millones de dólares (9.100 millones de euros) en 2024. Con el efectivo disminuyendo a este ritmo, las agencias de calificación crediticia S&P y Moody’s han anunciado que están estudiando rebajar la calificación crediticia de Boeing a ‘basura’.
Ante ello, Boeing está analizando hacer una ampliación de capital de unos 10.000 millones de dólares una vez que se conozca el alcance total del paro laboral. Para la compañía, mantener la calificación crediticia es un «objetivo importante», ya que las empresas ‘basura’ suelen afrontar costes de endeudamiento más elevados.
Ahora mismo, Boeing tiene una deuda de 4.000 millones de dólares (3.650 millones de euros) con vencimiento a 2025, y otra de 8.000 millones dólares (7.300 millones de euros) con vencimiento a 2026, según Moody’s ratings.
En este contexto, el consejero delegado de la compañía, Robert Kelly Ortberg, anunció el pasado viernes el recorte del 10% de la plantilla, unos 17.000 empleos. Las reducciones incluirán a ejecutivos, gerentes y empleados.