Los expertos en maquillaje y caracterización del centro de formación audiovisual Treintaycinco mm aportan las claves para que cualquiera se pueda transformar en un personaje de Tim Burton.
El estilo gótico es uno de los rasgos más distintivos de este director, con personajes sombríos de ojos exagerados y palidez excesiva.
El maquillaje en las películas de Burton se percibe como una singular combinación de la inocencia y la estética infantil con lo monstruoso y lo grotesco.
Madrid, 2 de octubre de 2024. – Las películas del reconocido director estadounidense Tim Burton (California, 1958) son una fuente de inspiración para los disfraces de Halloween en todo el mundo. Este creador, considerado extravagante y poco convencional, ha creado escuela gracias a la estética de su filmografía y a su original caracterización de los personajes.
Armando Minino, docente del Curso de Maquillaje y Caracterización del centro de formación audiovisual Treintaycinco mm, más conocido en el sector como “Dopa”, destaca la complejidad y singularidad de estos en las películas de Burton: “En su filmografía, destacan caracterizaciones muy complejas. Las más trabajadas, sin duda, se encuentran en Marcianos al ataque (1996) y en Batman (1989)”.
El estilo gótico es una de las principales señas de identidad de Burton: colores apagados, sombras pronunciadas, paisajes sombríos, estructuras deformadas… Además, estos toques también se aprecian en el vestuario y en la apariencia de sus personajes, cuyos rostros se identifican por su palidez extrema. Se pueden encontrar ejemplos de ello en películas como La novia cadáver (2005) o Sleepy Hollow (1999).
“El actor que más caracterizaciones ha tenido en las películas de Burton es Johnny Depp, multifacético artista, capaz de encarnar muchas de las fantasías de Burton. Se ha presentado con mil rostros, desde Eduardo Manostijeras hasta Willy Wonka. Cada personaje ha requerido de postizos, prótesis, pelucas…” señala el experto.
Nuevos retos para los profesionales de la caracterización
El estilo de maquillaje en las películas de Burton se percibe como una combinación entre la inocencia y lo grotesco. Sus personajes suelen tener una apariencia casi infantil (con expresión inocente y ojos grandes), pero mezclada con elementos que sugieren deformidad o incluso monstruosidad. Para ello, se requiere de un exhaustivo trabajo por parte del equipo de maquillaje, que se enfrenta constantemente a nuevos y complicados retos al tratar de captar esa esencia tan particular.
A la hora de señalar cuál es el tipo de modificación que conlleva una mayor dificultad para estos profesionales, Armando Minino lo tiene claro: “Sin duda, las caracterizaciones de cuerpo completo con prótesis, ya que requieren una compleja cantidad de aplicaciones, así como el diseño de un traje que se adapte al actor, funcione en cámara, sea cómodo y cumpla con las expectativas deseadas. En esta profesión, cada desafío es un nuevo aprendizaje”.
Los personajes más populares en Halloween
En la filmografía de Tim Burton, se encuentran personajes tan atractivos para los disfraces como Beetlejuice (1988), película de los años 80 cuya secuela se estrena este año. “Todos aquellos interesados en disfrazarse de Beetlejuice este Halloween, deben tener en cuenta que es un personaje que debe provocar asco, si no no sería Beetlejuice (cuya traducción es jugo de escarabajo). Por ejemplo, se debería recurrir a una peluca verde y a la creación de una base pálida uniforme. Sus ojos deben verse sombreados y profundos, punteando látex escamado en algunas partes para agregar ese típico jugo verde. Incluso si pueden ensuciar sus dientes, mejor. Y, por último, también es importante la actitud, ya que ningún disfraz es bueno sin una buena interpretación” señala Minino.
Otro ejemplo de personaje recurrente en Halloween lo encontramos en Jack Skellington, protagonista de la película animada Pesadilla antes de Navidad (1993). Jack es el «Rey Calabaza» de Halloween Town y su diseño está cargado de simbolismo, ya que cuenta con un aspecto esquelético, literalmente representado por su cabeza de calavera. Su traje, muy reconocible, es un esmoquin negro a rayas, aportándole así una elegancia que contrasta con su aspecto macabro. Además, la compañera de Jack, Sally, es una muñeca de trapo hecha de retazos muy popular en disfraces, especialmente en parejas.
Por último, en Eduardo Manostijeras (1990), el protagonista destaca por su apariencia gótica y por su traje negro de cuero, pero especialmente por las cicatrices de su rostro y por sus manos hechas de tijeras. Sin duda, se trata de un personaje emblemático y muy imitado en las fiestas de Halloween.