Madrid está a punto de presenciar el regreso de una de las escultoras más prometedoras de los últimos años. Tras un paréntesis temporal que le ha permitido enriquecerse tanto a nivel personal como artístico, Mónica Calzada vuelve a la escena con una muestra que desafía las expectativas y cautiva tanto a los amantes del arte como a aquellos que aprecian la conexión entre la naturaleza y la expresión humana.
«Fauna de Fierro, Almas en Corten», que se exhibirá en la Galería Nueva del 4 al 26 de octubre, es una inmersión profunda en el alma de la artista y en la esencia de los animales que ha sabido capturar con maestría en acero corten.
La exposición se divide en tres hábitats: selva, sabana y bosque, mostrando una selección de esculturas de gran potencia visual. Es imposible no quedar impactado por la monumentalidad del león o la delicadeza con la que ha conformado al lince ibérico. Cada animal parece cobrar vida, no solo por su tamaño y detalle, sino por la extraordinaria habilidad de Calzada para transmitir algo más allá de la figura: una dualidad constante en la existencia, un principio fundamental que define y da forma a la realidad. Esta se manifiesta tanto en la naturaleza como en los seres vivos, especialmente en nuestra conciencia, como un equilibrio entre opuestos: luz y sombra, ferocidad y fragilidad, calma y agitación. Estas esculturas invitan al espectador a abrazar esa dualidad presente en cada uno, revelando el equilibrio entre fuerzas opuestas que conforman la esencia.
Desde el primer momento, uno percibe el esfuerzo y la meticulosidad con los que Mónica ha diseñado la experiencia. Las luces, los sonidos y las texturas del espacio te transportan a los hábitats naturales de cada criatura representada. Esa atmósfera no solo invita a observar, sino también a conectar con la esencia de las obras y de la naturaleza misma.
Lo fascinante no es solo la impecable técnica que domina Mónica, sino cómo ha logrado que el acero corten, un material industrial y rígido, se convierta en algo tan orgánico. El corten es famoso por su capacidad de resistir la corrosión, generando una pátina que lo hace parecer más natural, como si se fusionara con el entorno en el que se presenta. Cada capa de óxido, cada marca en la superficie, cuenta una historia sobre el tiempo, la adaptación y la resistencia, tanto en los animales como en el propio proceso artístico.
Mónica Calzada no es nueva en el mundo del arte. Formada desde joven en el taller de su padre en el Bierzo, aprendió a soldar antes de entender el arte de transformar el metal. A lo largo de los años, ha combinado su crecimiento artístico con otros aspectos de su vida personal, y ahora, con energía renovada, retoma su camino con esta exposición. No solo marca su regreso, sino que demuestra que su pasión por la escultura ha estado presente, forjándose en cada etapa de su vida como una pieza de acero que alcanza su forma final con el tiempo.
Las esculturas de «Fauna de Fierro» son un reflejo de esta paciencia y dedicación. La serenidad del gorila de la selva, la majestuosa quietud del elefante de la sabana, o el dinamismo del toro de lidia contrastan con la vigilancia del lince en el bosque. Este equilibrio entre opuestos es una constante en el trabajo de Calzada.
El acero corten, introducido por primera vez en 1959, es el protagonista de la muestra. Diseñado para resistir las condiciones atmosféricas, crea una capa protectora de óxido que lo convierte en un símbolo de resiliencia frente al tiempo. Mónica entiende esta naturaleza del material, dotando a cada pieza de una profundidad simbólica que trasciende lo meramente estético.
Pero más allá de la técnica y el material, «Fauna de Fierro, Almas en Corten» es un testimonio de cómo el arte puede ser una herramienta para reconectar con lo esencial: la naturaleza y nuestras emociones más profundas. La exposición invita a reflexionar sobre nuestra propia dualidad, reconociendo en los animales esa coexistencia de fuerza y vulnerabilidad que define a los seres humanos.
La muestra estará disponible todos los días de la semana, de 11:00 a 20:00 horas, en la Galería Nueva situada en la calle de San Agustín 14, bajo derecha. La apertura, el viernes 4 de octubre a las 19:00 horas, será sin duda uno de los momentos culturales más destacados de este otoño en Madrid.