La actividad del sector privado de la zona euro se contrajo en el mes de septiembre por primera vez en siete meses, según el dato preliminar del índice PMI de Hamburg Commercial Bank y S&P Global, que, además, muestra signos de agotamiento del lado de los servicios.
En concreto, el dato adelantado del PMI compuesto de la zona euro se ha situado en 48,9 puntos desde los 51 del mes anterior, su peor lectura en ocho meses.
En el caso del sector servicios, el índice ha caído en septiembre hasta los 50,5 enteros desde los 52,9 de agosto, su menor marca en siete meses, mientras que el dato de actividad manufacturera ha empeorado en un punto tras anotarse 44,8, mínimos de nueve meses.
Así, en septiembre se habría observado un «renovado declive» de la actividad privada con su primer retroceso en siete meses en medio de una «reducción sostenida» de los nuevos pedidos. De hecho, estos disminuyeron al ritmo más intenso registrado desde enero pasado.
Como los nuevos encargos y los volúmenes de pedidos pendientes de entrega se redujeron a ritmos «más marcados» y la confianza empresarial cayó hasta su nivel más bajo de los últimos diez meses, las compañías recortaron plantillas por segundo mes consecutivo. Al mismo tiempo, la debilidad de la demanda provocó una ralentización de la inflación, tanto de los costes como de los precios cobrados.
La reducción de la actividad total fue impulsada por una desaceleración cada vez mayor en la industria europea, cuya producción bajó por decimoctavo mes consecutivo y al ritmo más rápido en lo que va del año. Pese a que la actividad del sector servicios siguió al alza, la última expansión fue tan solo «mínima» y la más débil desde febrero pasado.
Después del estímulo generado por los Juegos Olímpicos en los servicios durante agosto, la actividad total en Francia regresó en septiembre al terreno negativo, por lo que se unió a Alemania, cuya merma en la actividad fue la más pronunciada desde febrero.
El resto de la zona euro apuntó a un nuevo aumento de la actividad total al final del tercer trimestre, aunque dicha expansión habría sido tan solo «modesta» y la más débil desde enero.
«La zona euro se dirige hacia la paralización. Después de que el efecto de los Juegos Olímpicos impulsara temporalmente la economía de Francia, el peso pesado de la zona euro, el índice PMI compuesto cayó en septiembre al ritmo más intenso de los últimos quince meses», ha resumido el economista jefe de Hamburg Commercial Bank, Cyrus de la Rubia.
«El sector manufacturero se complica más cada mes. La desaceleración ahora ha llegado a su vigésimo séptimo mes e, incluso, ha empeorado en septiembre. Con respecto al futuro, la intensa caída de los nuevos pedidos y las perspectivas cada vez más sombrías de las empresas en cuanto a la actividad comercial futura sugieren que este período de vacas flacas dista mucho de llegar a su fin», ha añadido.
De la Rubia ha indicado que la moderación de la inflación de servicios puede ser «bien recibida» desde el Banco Central Europeo (BCE), aunque la «cuasiparalización» del conjunto del sector podría dar alas a un recorte en los tipos de interés en octubre.