El 35% de los compradores de vivienda en 2024 no tuvo necesidad de recurrir a una hipoteca, lo que supone un incremento de tres puntos porcentuales respecto al pasado año, y ocho puntos más que la cifra de 2022, según ha informado en un comunicado el portal inmobiliario Fotocasa.
De estos nuevos propietarios que no recurrieron a la financiación para la compra, el 17% culminó la adquisición de la vivienda mediante sus propios ahorros, el 10% se valió del respaldo de familiares y el 7% afrontó la operación gracias a la venta de la antigua vivienda.
«Este cambio de tendencia se debe al encarecimiento y endurecimiento de las hipotecas, que los ciudadanos intentan sortear obteniendo financiación alternativa como ayuda familiar, utilizando ahorros previos o incluso vendiendo su actual vivienda para comprar la siguiente», ha explicado María Matos, directora de Estudios y portavoz de Fotocasa.
El grueso, sin embargo, sigue estando en el 66% de compradores que tuvieron que firmar una hipoteca para convertirse en propietarios, un porcentaje algo inferior al 68% anotado un año antes. De manera desglosada, ese 66% se integra por un 54% que únicamente recibió financiación bancaria, mientras que otro 12% necesitó, además del préstamo hipotecario, la ayuda familiar para efectuar la compra.
MUJER DE 49 AÑOS, EL PERFIL DE LA COMPRADORA DE VIVIENDA SIN HIPOTECA
Ese 35% de compradores que no necesitan hipoteca está dominado por mujeres (56%) con una edad media de 49 años y en un 39% de los casos vive únicamente con su pareja. Además, en un 29% son de clase media-alta.
La diferencia del colectivo que compra sin hipoteca frente al que necesita hipotecarse es la media de edad que es algo más baja, de 42 años de media, y en un 36% de los casos vive solo con su pareja y en otro 36% de los casos con su pareja e hijos. Y en un 40% son de clase media-alta.
Otra característica que distingue ambos colectivos es la fórmula de residencia anterior, de modo que son más los que no necesitan hipoteca y residían mayoritariamente en viviendas de su propiedad (64%) frente a los que demandan un préstamo bancario, entre los que hay un 42% que vivían antes de alquiler.
En lo que se refiere el uso que le da a la vivienda que compran, el 89% de quienes se hipotecan adquieren el inmueble para vivir en él, en el caso de los que cuentan con liquidez esta cifra desciende hasta el 64%.
Por último, los que necesitan hipoteca, además, solicitan más préstamos vinculados con los pagos iniciales, es decir, notario, impuestos, entrada, etc. Son un 56%, un porcentaje algo mayor que el pasado año, cuando eran el 52%. Frente a esto, la mitad de quienes no solicitan una hipoteca (49%) contaban con ahorro suficiente y solo un 10% pidió un préstamo para pagar los gastos iniciales.