La filial española de la firma automovilística Kia, Kia Motors Iberia, contabilizó unas pérdidas netas de 4,8 millones de euros en 2020, en comparación con los 10,8 millones de euros que ganó en 2019, último ejercicio antes de la llegada de la pandemia.
Según las cuentas anuales de la empresa publicadas en el Registro Mercantil Kia facturó unos 809 millones de euros gracias a sus ventas en España, un 17,7% menos.
De esta manera, el resultado de explotación de la empresa fue de 10,4 millones, un 29% menos.
La firma ha explicado que sus ventas en España cayeron un 19,5% en 2020, hasta 46.005 unidades, aunque fue capaz de lograr un aumento de cuota de 0,8 puntos porcentuales, hasta el 5,6%.
Como resultado del impacto del coronavirus, a 30 de junio del año pasado la sociedad presentaba un importe neto de la cifra de negocios un 34% inferior a la de 2019. Sin embargo, la reapertura de los concesionarios en el segundo semestre del año y la reactivación de la actividad permitieron a la compañía cerrar 2020 con un descenso cercano al 18%.
Para este año, Kia tiene el objetivo de continuar aumentando su cuota de mercado en España y mantener la rentabilidad de la red de concesionarios.