«No quiero que mi hijo/hija sea feliz». La felicidad como nueva mentira por Christian caballero
Hoy en día, es muy común escuchar cientos de opiniones diferentes sobre qué es la felicidad, y la mayoría suelen apuntar a una vida repleta de paz, sin sensaciones ni situaciones negativas. Esto ha creado una gran confusión en los jóvenes y la sociedad en general, ya que se deja de lado la importancia de la resiliencia y la adaptabilidad. Christiancaballero, especialista en psicoterapia, menciona que este concepto moderno de la felicidad es una nueva mentira y presenta este artículo inspirado y basado en el viso y la idea de Mar Romera sobre la importancia de aceptar todos los procesos.
“El video lo pueden encontrar así, es una entrevista Mar Romera: “No quiero que mis hijos o hijas sean felices”
Se debe permitir sentir miedo, tristeza, culpa y asco como felicidad, alegría, en general todas ninguna emoción es más importante, ni es buena ni mala, o mejor, hay que aprender a estar en ellas, sentir esas sensaciones, cómo gestionarlas, a escuchar su mensaje, qué hacer, darle su espacio y así poder transformar.
Vivir es sentir, y pensar que el placer eterno existe lleva a muchos a desarrollar problemas de salud mental, física, emocional y espiritual.
Christian Alexander Caballero Tuso invita a sus consultantes a que entren en sus emociones, escuchen su ser, su espíritu, su corazón y cuerpo, que le den el espacio a cada parte de ellos y ellas para que así transformen su vida para que puedan vivirla plenamente y de manera equilibrada. Este equilibrio no es posible conseguirlo si no se comprende que es necesario comprender y aceptar todos los procesos humanos para reconstruirse y reconectarse.
Cada día Christiancaballero afirma encontrarse rodeado de mensajes que pregonan la búsqueda de la felicidad como el máximo objetivo en la vida. Generalmente, se vende la idea de que las personas deben ser felices a toda costa, que la felicidad es el estado ideal, una meta final, un estado constante, eterno e inquebrantable. Pero como acompañante, dice no querer que su hijo caiga en esa trampa. No quiere que persiga una felicidad, dictada por una sociedad que ha convertido este sentimiento en una mercancía más, en adoctrinamiento, en una manipulación, una mentira y en una nueva forma de dopamina.
La Felicidad como Consumo
Christiancaballero dice que recuerda que cuando era niño, la felicidad no se buscaba, se vivía. Hoy, sin embargo, parece que la felicidad se ha convertido en un producto de consumo. Constantemente se bombardea con terapias, medicamentos, libros y cursos que prometen la fórmula mágica para ser felices. El psicólogo y autor Barry Schwartz, en su charla TED «The Paradox of Choice», advierte sobre los peligros de tener demasiadas opciones, lo cual puede llevar a la insatisfacción y la infelicidad. Esta felicidad empaquetada, disfrazada, y vendida no es más que una ilusión. Es una felicidad pasajera, un subidón de dopamina que hace sentir bien por un momento, pero que al final deja vacíos y deseando más.
El especialista afirma que en su propia vida, ha visto a amigos y familiares perseguir esta versión empaquetada de la felicidad. Se inscriben en talleres de mindfulness, compran libros de autoayuda y siguen a gurús, ideas o iglesias que prometen una vida sin sufrimiento. Pero al final del día, se sienten igual de insatisfechos. Y peor aún, obligados a negar cualquier inconformidad o sentimiento que tengan, siendo solo un títere de donde participen. La búsqueda constante solo deja agotado y vacío, sin dirección ni propósito, o con la creencia de que está bien porque otros le dicen que hacer y que no hacer.
La Dopamina y la Felicidad Efímera
La dopamina es el neurotransmisor que recompensa con placer y satisfacción. En pequeñas dosis, es esencial para el bienestar humano. Pero cuando la búsqueda de la felicidad se convierte en una obsesión, la dopamina se convierte en una trampa. La autora y profesora de psicología Kelly McGonigal, en su libro «The Willpower Instinct», explica cómo la dopamina puede impulsar comportamientos adictivos, llevando a una búsqueda constante de gratificación inmediata. En otras palabras, las personas se vuelven adictos a esos pequeños momentos de placer y olvidan que la vida es mucho más que una serie de picos de dopamina. La felicidad, tal como se presenta hoy, es un estado efímero, vendida como una idea sostenible y un estado permanente.
En la era de las redes sociales, este es un gran ejemplo de esto, donde la dopamina juega un papel crucial. Cada «me gusta», cada comentario positivo proporciona una dosis instantánea de placer. Pero este placer es fugaz. Esta búsqueda constante de dopamina lleva a una espiral de insatisfacción y ansiedad.
La dopamina actúa como una recompensa inmediata, pero su efecto es efímero. Cada vez que alcanzamos un pico de felicidad inducido por la dopamina, el cerebro busca el siguiente pico, dejando en un ciclo interminable de búsqueda de gratificación instantánea. Es como una droga que promete una breve euforia, solo para dejar un anhelo insaciable de más. En lugar de encontrar una satisfacción duradera, la persona se hace dependiente de estos momentos fugaces de placer, de personas o ideas siendo incapaces de ver el verdadero valor de la vida más allá de estos picos de dopamina.
El Placer Inmediato vs. El Placer a Largo Plazo
Las personas se han acostumbrado a buscar el placer inmediato Algunos Ejemplos de esto son:
Las redes sociales, Las relaciones compulsivas, con talleres, las compras impulsivas, las medicinas y los entretenimientos instantáneos, ofreciendo esto una gratificación al instante, pero este placer es.
El filósofo y escritor Alan Watts hablaba de la importancia de vivir en el presente y de buscar la profundidad en las experiencias, en lugar de perseguir constantemente la felicidad superficial o evitar escuchar el propio sentir, miedos, alegrías, y el espíritu.
Es el placer a largo plazo, sostenible y verdadero, el que hay que buscar. Este tipo de placer no se obtiene de manera instantánea; requiere esfuerzo, paciencia y resiliencia. Es el resultado de superar desafíos, de trabajar hacia adentro, de escucharse a sí mismo en todas las facetas, detener el valor de levantarse y decidir todos los días de la vida sus creencias y sentires, no que otros lo hagan.
El placer a largo plazo, por otro lado, es el resultado de inversiones emocionales y de tiempo. Construir una relación significativa, alcanzar un logro profesional importante o simplemente aprender una nueva habilidad son fuentes de satisfacción que perduran. Estos momentos no solo proporcionan una felicidad más profunda, sino que también enriquecen como persona, ayudando a crecer y a desarrollarse.
La Felicidad como Mentira
Se ha hecho creer que la felicidad es un estado constante que hay que alcanzar y mantener. Pero esto es una mentira. La vida es un conjunto de experiencias y emociones, todas ellas son necesarias para una existencia plena. El dolor, la tristeza, la frustración y el miedo son tan esenciales como la alegría y el amor. Brené Brown, una reconocida investigadora y autora, en su libro «Daring Greatly», enfatiza la importancia de la vulnerabilidad y de aceptar todas las emociones como parte integral de una vida plena. Intentar eliminar estas emociones de la propia vida es negar la propia humanidad y capacidad de crecimiento.
Es a través de aceptar y expresar el sentir que se encuentra consuelo, amor, sanación, espíritu, aprendizaje y fortaleza.
Christiancaballero afirma «Quiero que mi hijo entienda que todas las emociones, sin importar cuál sea, son una parte esencial de la vida y nos ayudan a crecer y evolucionar«.
«Quiero que Mi Hijo Viva Plenamente»
Christiancaballero dice que no quiere que su hijo persiga una felicidad, ni al amor. Quiere que viva plenamente. Quiere que se sumerja en la vida con todas sus facetas, que experimente las alegrías y las tristezas, los éxitos y los fracasos. Quiero que aprenda que la verdadera felicidad no es un estado, ni una meta final, sino una consecuencia natural de vivir con autenticidad, espíritu y propósito. Viktor Frankl, en su libro «El hombre en busca de sentido», recuerda que la búsqueda del sentido, más que la búsqueda de la felicidad, es lo que realmente llena a alguien de propósito y satisfacción. Quiere que entienda que las experiencias más profundas y significativas a menudo vienen de superar desafíos y enfrentar el dolor.
«Cuando miro a mi hijo, veo un presente lleno de posibilidades. A Vivir se aprende viviendo, y el sentir es lo que nos hace humanos. Por miedo a sentir no puedes dejar de vivir y conectar«.
Christiancaballero ofrece herramientas basadas en un enfoque holístico y servicios profesionales de terapia personalizadas para grupos, familias y parejas que buscan construir una vida verdaderamente feliz a largo plazo.