En una sociedad cada vez más marcada por desafíos ambientales, urbanos y sociales, la figura del geógrafo profesional se distingue como una pieza clave en aspectos relacionados con la planificación y desarrollo de ciudades y territorios resilientes. Son numerosas las intervenciones de estos expertos en los medios de comunicación aportando una perspectiva integral y científica, que permite a las sociedades afrontar los retos que suponen el cambio climático, la urbanización desmedida y los riesgos naturales, entre otros muchos temas territoriales.
A este respecto, entrevistamos a Luis Quesada Muelas, fundador y director de Geoinnova, una de las consultorías geográficas más relevantes de España, en la que destaca la importancia del perfil del geógrafo en la sociedad actual.
¿Cómo evalúa la situación actual del cambio climático y cuáles cree que son las principales áreas donde los esfuerzos globales deberían concentrarse?
Soy pesimista, no me escondo. Existen muchos intereses que dificultan, entorpecen o eliminan los pocos avances que se intentan poner en marcha. El mundo científico lleva décadas visibilizando este problema y ha sido y continúa siendo perseguido y vejado. En un mundo donde la ignorancia se premia y se alienta, donde se magnifica el hedonismo a través de las redes sociales, donde tenemos a miles de personas ruidosas negando las evidencias científicas, pues la verdad particularmente me genera una gran desconfianza en que podamos afrontar este reto con garantías.
Es un problema global, efectivamente, el cambio climático afecta o afectará a todo el mundo en mayor o menor medida. Y son muy preocupantes las consecuencias que ya estamos viendo. Nos han planteado un objetivo, conseguir que el calentamiento no supere el 1,5ºC y ni siquiera han explicado qué consecuencias tiene ya ese número, como si fuera un número en el que no cambia nada… pero no es así, significan millones de muertos por los eventos meteorológicos extremos, por hambrunas derivadas de sequías, inundaciones, migraciones masivas, etc. Imagínate que tal y como vamos, si no paramos drásticamente, nos iremos a los 4,5ºC.
Por eso pienso que no hay solución directa para evitarlo y de hecho, los gobiernos ya se centran en las medidas enfocadas a la mitigación y resiliencia. La Estrategia de Cambio Climático de Navarra es un claro ejemplo de lo que te estoy hablando. En grandes rasgos y a diferentes escalas se trata de enfocarse en la reducción y eficiencia de los recursos (energéticos, hídricos, etc.), así como en perseguir modelos urbanos y agrícolas más sostenibles para conseguir territorios habitables en el futuro. Ahí tienes los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) planteados sobre diferentes áreas, pero todos tienen un nexo en común: el territorio. Los sistemas de asentamiento se han establecido siempre según se dispone su Patrimonio Natural (su morfología, su clima y sus recursos…), vertebrándose entre ellos de diferentes formas y en consecuencia generando unas actividades y sociedades (con su cultura, política y economía) diferentes. Los ODS no dejan de abordar diferentes aspectos territoriales, ya que el territorio entendido de esta forma holística, engloba de una forma u otra a todos ellos, por lo que todos están interconectados.
Desde su experiencia en planificación estratégica, ¿qué medidas cree que son más efectivas para mitigar el impacto del cambio climático a nivel urbano y territorial?
A escala regional y local, hay que enfocarse en la gestión de los recursos, minimizando los consumos energéticos, mejorando los canales de distribución, priorizando las actividades y actuaciones que menos recursos consuman, que almacenen o que produzcan nuevos recursos, etc.
También hay que plantear y favorecer políticas de economía local acercando los mercados a los productores (Km0) y de autoabastecimiento, mejorar las comunicaciones priorizando la movilidad sostenible, actuar sobre el diseño urbano en aras de conseguir reducir el impacto térmico (mejorando los materiales de construcción, favoreciendo las sombras naturales mediante parques y arbolados, o la ventilación de espacios urbanos mediante el análisis de las corrientes de aire y diseños urbanos que los contemplen).
No hay que olvidarse de algo MUY IMPORTANTE: la educación y la comunicación. Hay que esforzarse por comunicar adecuadamente y tratar de llegar al máximo número de habitantes a través de los diferentes medios. Pero mucho más importante es tratar de educar y concienciar a la población de los riesgos que existen, de sus consecuencias y de cómo actuar para tratar de mitigar sus efectos y de ayudar a paliarlos.
El concepto de ciudades de 15 minutos ha ganado popularidad recientemente. ¿Podría explicar brevemente en qué consiste y cuáles son sus principales beneficios?
De forma resumida podemos decir que se busca mejorar la calidad de vida de los ciudadanos tratando de reducir los desplazamientos cotidianos a un máximo de 15 minutos a pie o en bicicleta de su vivienda. Estos desplazamientos tienen que ver con los producidos por el trabajo, el abastecimiento, los estudios, el ocio, los cuidados sanitarios, etc. Para ello se analizan las áreas de abastecimiento de los diferentes equipamientos (educativos, sanitarios, administrativos, deportivos, etc.), es decir la cobertura de los mismos medida en tiempos de desplazamiento, y de estudiar cuál es la mejor distribución de los mismos en el núcleo urbano o para maximizar su cobertura en el territorio asumiendo que cualquier persona dentro de una ciudad debería de poder acceder en 15 minutos como máximo. Esto conlleva múltiples beneficios tales como reducir el consumo de energía fósil (con todo lo que conlleva), mejorar la calidad del aire de la ciudad, mejorar la calidad cardiovascular de los ciudadanos (su estado de salud), incentiva el comercio local, la interrelación social y el sentimiento de pertenencia a un lugar,
La turistificación y la gentrificación son fenómenos que afectan profundamente a las ciudades. ¿Qué estrategias cree que podrían equilibrar el desarrollo turístico con la preservación de la identidad y comunidad local?
Evidentemente, todo parte de que exista un interés político real en actuar sobre este problema. Y como ya sabemos, la política suele ir tras la existencia de una demanda colectiva de actuación. No existe una receta general, cada municipio tiene que adaptarse a su casuística. Hay que estudiar en qué zonas ocurren, cómo y por qué se están produciendo, en qué intensidad y cómo es percibido por sus ciudadanos. Las estrategias han de ser transversales a todas las áreas de gestión municipal y estar coordinadas. De nada sirve que se actúe desde la planificación y gestión urbanística, si no existe una coordinación con el área de participación ciudadana, o con el desarrollo local, turismo o medio ambiente, por citar algunos. Hay que pensar en que cada actuación que se plantee tiene efectos colaterales en diferentes áreas de gobierno y que se va a percibir de forma muy distinta entre los diferentes poderes fácticos y sociales del municipio. Hay que mediar y consensuar, siempre. La política bien hecha trata de llegar a equilibrios, nunca llueve a gusto de todos y no se puede ni debe radicalizar o plantear desde ópticas extremistas. Siempre desde el conocimiento científico y el derecho como base de las mismas, por supuesto.
Dicho esto, el primer paso suele ir enfocado a la suspensión de licencias. Se trata de parar y analizar qué está pasando de verdad y de qué forma está afectando a la calidad de vida de los ciudadanos. Posteriormente y con un diagnóstico sólido, plantear actuaciones encaminadas al procedimiento administrativo en la tramitación de licencias de forma selectiva y personalizada a los diferentes sectores o ámbitos urbanos (implementando restricciones y condicionantes dentro de sus posibilidades). Además, se pueden abordar estrategias fiscales para la promoción de actividades de proximidad o para desanimar y redirigir a los propietarios hacia líneas más sostenibles y adaptadas a la estrategia municipal.
En su experiencia, ¿cuáles son los principales impactos negativos de estos procesos y cómo pueden reducirse?
Los vemos todos los días en los medios y las sufrimos en nuestras propias carnes. Los precios para compra o alquiler se han vuelto inabordables para la mayoría de las personas, viéndose obligados a desplazarse del barrio de toda la vida, incluso de ciudad. Los barrios se vacían de vecinos y de comercios de proximidad, generan problemas de convivencia, fomentan la economía sumergida y despersonalizan los centros de interés turístico, lo que se conoce como “urbanalización”. Así que como puedes comprobar, todo lo contrario a lo que hemos comentado antes sobre las ciudades de los 15 minutos y los ODS. La única forma de reducir es mediante la intervención directa de la administración en los diferentes procesos de tramitación y gestión de la vivienda. Acaba de aprobarse por ejemplo el nuevo Decreto de Regulación de Viviendas de Uso Turístico
El abandono de los campos y la «España vaciada» es un tema preocupante. ¿Qué factores cree que han contribuido más a este fenómeno?
Bueno, es un término que no me acaba de gustar porque “vacía” no está. España cuenta con un patrimonio natural impresionante, pero no se acierta con las soluciones planteadas para su gestión. En realidad, este tipo de movimientos de población viene dándose desde hace décadas, no es un fenómeno actual.
Ya con la industrialización la gente migraba a las ciudades buscando oportunidades laborales, ahora el patrón es el mismo. El campo no renta lo suficiente y la calidad de vida medida en términos de accesibilidad a los servicios, equipamientos y ocio son muy limitados. La gente joven atraída por otro tipo de intereses busca refugio en las grandes ciudades dejando los pueblos con una población muy envejecida, sin apenas alternativas y con servicios muy mermados por el alto coste de mantenimiento.
¿Qué propuestas plantea para revitalizar estas áreas rurales y fomentar el retorno o la permanencia de la población?
Pues desde un enfoque integral, una vez más. Hay que abordar el problema desde diferentes ángulos partiendo de un análisis profundo de las debilidades y amenazas, las fortalezas y las oportunidades, un análisis DAFO vamos. A partir de ahí se establecen los objetivos a cubrir y se plantean los ejes estratégicos sobre los que trabajar. Obviamente, cada territorio analizado tendrá los suyos, pero sobre áreas rurales las estrategias suelen ser muy similares y en nuestros trabajos entendemos que existen dos ideas fundamentales sobre los que trabajar: la eficiencia ambiental, ligada a la resiliencia territorial y la cohesión social, en términos de bienestar y calidad de vida en condiciones de igualdad.
Los objetivos han de enfocarse en la gestión sostenible del agua, la protección del suelo, la conservación de ecosistemas y la puesta en valor del patrimonio cultural. También hay que tratar de adaptar y regenerar los espacios urbanos y rurales, fomentar el desarrollo productivo y revitalizar el medio rural. Para ello se ha de promover un desarrollo urbano circular y sostenible, garantizar el acceso a servicios e infraestructuras de calidad para todos, o fomentar la participación ciudadana, la transparencia en la toma de decisiones y el seguimiento de políticas y programas.
¿Qué ventajas ofrecen los SIG y la IA en comparación con los métodos tradicionales de análisis y planificación?
En estos momentos las aplicaciones y metodologías SIG son parte indispensable en la fase de análisis de cualquier Plan. La gestión y el cruce de la información de capas gráficas y datos alfanuméricos solo se puede abordar mediante la geolocalización del dato y la superposición de estas variables en el espacio con un SIG. La IA no ha hecho más que potenciar esta funcionalidad mejorando la eficiencia de los flujos de trabajo, la identificación de patrones mediante el entrenamiento de imágenes, etc.
Como fundador y director de una de las consultorías geográficas más conocidas de España, ¿cuáles considera que son los logros más destacados de su carrera hasta la fecha?
Soy un enamorado de la planificación estratégica territorial y urbana, porque entre otras cuestiones, me permiten aplicar las diferentes ramas de conocimientos y servicios que ofrecemos en Geoinnova.
En estos momentos se está trabajando en proyectos superinteresantes y dispares tales como los Planes Territoriales de Riberos del Tajo y Plasencia, o el del Valle del Ambroz, Tierras de Granadilla y las Hurdes, todos ellos en Extremadura. De la misma forma se da apoyo técnico ambiental en diversos Planes Generales como el Plan General de Teruel o en el Plan Especial del Área Funcional de Campanar en Valencia. También se ha colaborado en el desarrollo del Plan Especial del Casco Histórico de Córdoba o en el de Ronda o se ofrecen consultorías estratégicas municipales como en Altea, donde se está completando un análisis de impacto de las Viviendas de Uso Turístico muy trabajado y que está teniendo bastante bombo al ser uno de los primeros que se hacen en la Comunidad Valenciana. No me quiero olvidar de los trabajos realizados para ayuntamientos tan importantes como el de Salamanca o Pamplona elaborando diferentes indicadores geográficos para su Agenda Urbana 2030, etc.
Pero con todo ello, el logro más destacado como profesional ha sido el haber encontrado a un equipo y a unos colaboradores con los que poder abordar todos estos proyectos con garantías.
Dirigiendo una entidad con un área de formación SIG tan reconocida internacionalmente, ¿qué tendencias ve en la formación y el desarrollo profesional en este campo?
La tendencia está clara, el open source ha venido para quedarse y la formación con este tipo de tecnologías no ha hecho más que crecer cada año que pasa. Cada vez son más empresas e instituciones las que demandan este tipo de tecnologías. Incluso las empresas que se dedican a desarrollar software corporativo, demandan profesionales con estos conocimientos, dado que sus desarrollos están basados en lenguajes y estándares abiertos.
La IA, por otro lado, es verdad que está cobrando un impulso importante gracias a su integración en los principales programas SIG del mercado. Gracias a ello, se facilita el uso y análisis de la información y la eficiencia productiva se dispara. Cada vez son más las aplicaciones que usan algoritmos específicos basados en IA generativa, pero los más sorprendentes quizás los encontremos en el procesamiento de imágenes y en la asistencia al desarrollo de código de programación. Sin embargo, he de decir que la formación previa es indispensable. Sin saber interpretar el código propuesto por la IA, no sabrás nunca determinar el alcance y eficacia real del mismo. Así que formarse en lenguajes como Python, R, Javascript o JAVA, continúa siendo una de las alternativas más demandadas para convertirse en un profesional del sector geoespacial.
Finalmente, ¿Cuál es su visión para el futuro de la geografía y la planificación territorial en un mundo cada vez más globalizado y tecnológicamente avanzado?
Bueno, es evidente que la geografía y por ende el geógrafo profesional, juega un papel indispensable en la planificación territorial, de hecho, pienso que la escala territorial es la que mejor se adapta a nuestros conocimientos y aptitudes. Sin embargo, creo que en la planificación territorial es fundamental contar con la intervención de diferentes perfiles profesionales más especialistas para garantizar el éxito de un proceso de esta envergadura.
La “geografía” se encuentra en todas partes, en lo que comemos, en lo que vestimos y compramos, en nuestras relaciones sociales y laborales, en nuestras vacaciones… es un término global en sí mismo y gracias a ello, el nutrido número de disciplinas en las que participa también, incluyendo aquellas más tecnológicas, como son los Sistemas de Información Geográfica.
Con su capacidad de analizar datos complejos, prever tendencias y proponer soluciones sostenibles, los geógrafos se han convertido en actores esenciales en la planificación de ciudades y territorios resilientes.
La incorporación de nueva tecnologías, les ha dado a estos profesionales mayor capacidad para liderar el camino hacia la creación de comunidades más adaptativas, equitativas y orientadas a la habitabilidad y sostenibilidad global.