El Índice de Precios de Consumo (IPC) de Alemania se situó en julio en el 2,3% interanual, una décima por encima de la lectura de inflación del mes anterior, según ha confirmado la Oficina Federal de Estadística (Destatis).
A su vez, el dato de inflación armonizada, empleado por Eurostat en sus estadísticas, alcanzó el 2,6% en el séptimo mes del año, también una décima por encima de la lectura de junio.
El repunte de los precios reflejó una menor bajada del coste de la energía, que registró un descenso interanual del -1,7% tras la caída del 2,1% en junio. De su lado, el precio de los alimentos repuntó un 1,3%, frente al ascenso del 1,1% del mes previo.
«Sobre todo la caída de los precios de la energía tiene un efecto moderador sobre la tasa de inflación», afirmó Ruth Brand, presidenta de la Oficina Federal de Estadística (Destatis).
«En cambio, los precios de los servicios siguen aumentando por encima de la media», añadió Brand, ya que el coste de los servicios aumentó un 3,9% anual, en línea con el alza del mes anterior.
De excluirse el impacto de la energía y de los alimentos frescos, la tasa subyacente de inflación de Alemania se situó en el 2,9%, idéntica cifra que en junio.