El índice de precios de consumo (IPC) de China registró el pasado mes de julio una subida interanual del 0,5%, tres décimas más que la referencia del mes anterior y la mayor subida de los precios desde febrero, según los datos publicados por la Oficina Nacional de Estadística (ONE).
En julio, el precio de los alimentos se mantuvo estable, tras la caída del mes anterior, impulsado por la subida del 20,4% del coste de la carne de cerdo, la mayor en casi dos años.
No obstante, la tasa de inflación subyacente de China, que excluye el impacto de la energía y de los alimentos frescos, se situó en el 0,4%, por debajo del 0,6% de junio.
«La inflación de los alimentos rompió una racha de 12 meses de inflación negativa para compensar una ligera caída en la inflación no alimentaria, lo que llevó al IPC a un máximo de 5 meses», destacó Lynn Song, economista jefe para China de ING Research.
«Las condiciones están dadas para ver una tendencia de inflación un poco más alta en los próximos meses, pero eso no debería impedir una mayor flexibilización monetaria», apuntó Lynn Song, para quien puede esperarse «al menos un recorte más de las tasas este año», con la posibilidad de que haya más si las reducciones de las tasas globales se aceleran.
De su lado, el índice de precios de producción industrial (PPI) de China registró una bajada interanual del 0,8%, en línea con la caída del mes de junio.