El turismo de Arte Urbano se ha convertido en tendencia en los últimos años. Y es que, se puede decir que, en la última década, este tipo de arte callejero y de gran formato, cada vez gana más fuerza, no solo por la cantidad de intervenciones que van surgiendo en ciudades y pueblos, sino por los eventos y festivales que se organizan en torno a esta corriente.
Merece la pena viajar por este arte por muchas razones: primero porque es un arte efímero, dada su exposición al sol y a las inclemencias del tiempo, al cabo de los años se va erosionando. En segundo lugar, porque uno se puede convertir en colaborador de empresas como Street Art Cities, bajo el título de Hunter de obras que nadie haya descubierto todavía, y contribuir a que entren a formar parte del importante ranking mundial que elabora esta empresa anualmente. Y, sobre todo, porque es la excusa ideal para ver arte de manera totalmente gratuita, visitando ciudades y lugares de la famosa lista de deseos. Además, si se es estudiante, uno puede alojarse en espectaculares residencias de estudiantes y flexlivings, como los de Livensa Living, a unos precios increíbles.
El origen del arte urbano suele situarse en París, en la década de los sesenta, cuando los artistas comenzaron a trabajar en las calles en lo que hoy se conoce como arte callejero, entendiéndolo como la modificación de la concepción del espacio y la búsqueda de la interacción con la ciudad y sus habitantes.
Esta forma de expresión artística tenía en sus inicios un tinte reivindicativo y político, incluyendo crítica social. Aunque el street art conserva algo de aquel carácter, muchas de sus corrientes se han desvinculado de esa vertiente y se utilizan como una forma más de arte, para expresar todo tipo de emociones y mensajes, no necesariamente reivindicativos.
Hoy en día el reconocimiento del arte urbano ha aumentado notablemente en los últimos años y, en consecuencia, la forma en la que se percibe ha ido variando. Aunque muchos de los artistas se iniciaron en el grafiti, además de un don innato, la gran mayoría cuenta con una importante formación en Bellas Artes y Diseño, y exponen sus obras de gran y pequeño formato por todo el mundo. Han salido, pues, del anonimato característico en los inicios de esta corriente (salvo algunas excepciones, como el famoso Banksy) y cada vez colaboran más con las administraciones municipales e instituciones, y también con empresas privadas para decorar los espacios urbanos.
Esta es precisamente una de las grandes apuestas de empresas como Livensa Living, uno de los principales propietarios y gestores de residencias de estudiantes de nueva generación y flexlivings. Desde sus inicios en 2019, decidió incluir en sus fachadas e interiores intervenciones artísticas, con el objetivo de convertir cada uno de sus alojamientos, en espacios únicos e irrepetibles. La selección de artistas y obras no es en absoluto aleatoria, puesto que se pretende transmitir, a través del arte, valores, sentimientos o temas candentes, tanto a sus residentes y huéspedes, a su entorno o vecindario y a los que solo están de paso, por ocio, turismo o negocios. Todo ello sin olvidar la conexión con los barrios y ciudades en los que están presentes.
De sus 22 edificios, 17 cuentan ya con incursiones realizadas por artistas de gran renombre.
Durante el mes de julio de 2024, y en el marco de la constante renovación y mejora de sus instalaciones, Livensa ha acometido cuatro espectaculares intervenciones de arte urbano. La última en San Sebastián, terminada la última semana de julio es obra del Donostiarra Iñigo Sesma. A principios de julio, y de manera casi simultánea, el madrileño Misterpiro y el sevillano Alberto Montes terminaron sus intervenciones en Málaga Feria y Granada Cartuja, respectivamente. Y en paralelo, en Portugal, la artista de Bruselas, IOTA plasmó su arte etéreo en la gran fachada trasera de la residencia de Lisboa Cidade.
Estas cuatro nuevas incorporaciones al portfolio artístico de Livensa se suman a las obras de Barcelona Diagonal, del dúo PichiAvo, la de Zoonchez en Valencia Viveros, la de Marina Capdevila en Granada Fuentenueva, Axel Void en Sevilla, Diego Vicente en Madrid Aravaca, Uriginal en Madrid Alcobendas, Boa Mistura en Madrid Getafe, y las cinco de Portugal, por parte de Mr. Dheo en las dos residencias de Oporto y la de Marqués de Pombal en Lisboa, BordaloII en Coimbra y por último la instalación por parte de Atelier Contencioso en Lisboa Cidade.
Como estudiante o docente, ya no hay excusa para no viajar por la Península. Livensa ofrece alojamientos a partir de 35 € la noche en edificios cómodos, modernos y llenos de arte. Y si ya no se es estudiante, no pasa nada, porque Livensa cuenta también con alojamientos flexibles (flexlivings), gestionados bajo la marca Livensa Living Studios, en San Sebastián, Madrid, Valencia, Málaga y Bilbao.